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Juan R. Hernández
Conforme se acerca la fecha para que el Frente Amplio Por México y los Comités de Defensa de la Transformación, tengan a su representante rumbo al 2024, los ataques entre ambos grupos se han venido recrudeciendo, a grado tal de “desempolvar denuncias” para hacerlas aparecer como “nuevas y reveladoras”.
Y si a ello se le suma que “con lupa”, ya sea “fuego amigo o enemigo” las Corcholatas están en la mira de todos, en la búsqueda de un error que los lleve a una inevitable “tarjeta roja”, cosa que al parecer, no sucederá en este proceso.
Una de las exigencias que se impulsa desde el Congreso de la CDMX, es el que encabeza la bancada del PAN, que señala que se lleva más de un año sin justicia para Tania Castillo, exfuncionaria del GCDMX, quien fue agredida sexualmente por el consejero jurídico capitalino, Néstor Vargas, y los legisladores blanquiazules exigen a Martí Batres no tolerar más estos casos y cesar del cargo al funcionario, quien tiene denuncias activas en la Fiscalía local.
“No puede ser que siga en trámite un tema tan delicado como es el acoso y abuso sexual y peor aún, cuando viene de un funcionario de alto nivel en la estructura del Gobierno la Ciudad de México”, manifestó la vicecoordinadora del PAN, Luisa Gutiérrez Ureña, quien aseveró que “más allá de la sanción administrativa, también la Fiscalía se ve omisa, porque no investiga a favor de las víctimas sino recolecta pruebas de defensa para los agresores que son afines a Morena y al oficialismo”.
Sin embargo, esta misma beligerancia no se observa con las exigencias de investigación del escándalo de corrupción inmobiliaria que involucra a varias figuras del panismo capitalino, que están a la espera de ser llamados a declarar.
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