Visitas
Más perrona que todas las perras —perra de siete chiches, diría “el” porrista de la Feria de Tabasco—, resultó Willy Narváez Osorio, quien trata de ignorantes a los de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Guille refutó las observaciones que por uno 696 millones de pesos hizo a la UJAT la gente de ese órgano de control superior de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, creado con el fin de desarrollar mecanismos modernos para prevenir, detectar, sancionar y erradicar las prácticas corruptas.
Dice Guille, el recto de la UJAT, que “ellos (los ASFianos) tienen un desconocimiento de cómo funcionan las universidades y cómo funciona todo, porque hay contratos colectivos firmados y para ellos no importan”.
Ellos, los de la ASF —metiches que son— entregaron a la Cámara de Diputados, un reporte que revela que la UJAT no realizó una gestión eficiente y transparente de los recursos, y por lo tanto se deberán iniciar los procedimientos administrativos para aclarar los faltantes.
La Perra Chocante filtró ayer en este espacio ladrador que también los de ASF habían acusado a Memo de que en la chamba que dejó a doña Egla —que hasta el nombre se va tener que cambiar y botar su doctorado—, había pagado a trabajadores ajenos al sector educativo, a personas fallecidas e hizo compras poco transparentes. Muy perrona ella.
Ni la nube de aquellos polvos que ayer tendió, como bufón de la cuarta, el Gordo Andrade, salva a don Guillermo Nárvaez de la lengua viperina de la PB, que todo lo muerde.
Tampoco la declaración de persona non grata que hace el PRD del Duende de Guapinol. Ni lo que dijo ayer el presidente del Tiburunal, Henry Priego, acerca del posible juicio al Caraeniño Gaudiano Rovirosa.
Rechazó HIPO, digo EPO, que reactivar la carpeta de investigación del niño de la Quinta, tenga visos políticos, sino que hay elementos que no satisfacían el archivo de esa imputación del Perro Llergo.