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abril 26, 2024

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La Favorita en el juego por el poder

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Por: Alejandra Durán

 

 

A propósito de… la edición 91 de la ceremonia de los Oscar, ¿ya vieron “La Favorita”?

La Favorita es un largometraje de 120 minutos dirigido por Yorgos Lanthimos, con un guión de Deborah Davis y Tony McNamara, con 10 nominaciones a los Premios Oscar, que nos lleva con una superproducción  a la época de principios del siglo XVIII en la corte de la reina Anne Estuardo (Olivia Colman), cuando dos de sus sirvientes Abigail Hill (Emma Stone) y Sarah Churchill (Rachel Weisz), también consejeras buscan ser La Favorita de la reina y así poder recibir favores.

A pesar de los datos históricos que deben saberse para “entender” de mejor manera el filme, pues detrás de este, hay historias (que más bien son rumores) acerca de la reina Anne y todo su círculo, La Favorita no es una película histórica, sino una secuencia narrativa que utiliza esas historias para hacer notar, en ocasiones con humor negro, lo visceral del juego por el poder, en este caso protagonizado por las mujeres de la corte.

Vayamos por partes: la reina Anne fue el primer monarca mujer en la historia de La Gran Bretaña, la manera en la que obtiene la corona fue luego de una serie de conflictos familiares y muertes, hasta que en 1702 toma el poder. Sin embargo una de las historias que rodea a la reina, es que ella no estaba preparada para dirigir una nación, pues su salud no era la óptima y no tenía la experiencia necesaria, además le pesaba la muerte de sus 17 hijos.

Esto es retomado y constituye al personaje en una maravillosa actuación de Olivia Colman, pero también en los detalles: “Algunos nacieron como sangre, otros sin aliento y algunos estuvieron conmigo un breve tiempo” confiesa la reina al hablar de sus hijos cuando muestra a Abigail los 17 conejos que cría en su habitación. En una reina con muchas caras, nos muestra la relación lésbica y romántica con Sarah y en ocasiones con Abigail, ante ello algunos podrán decir que es mentira, pero el director se toma libertades que le permiten jugar con los rumores.

Abigail es una mujer lastimada, fue violada en diversas ocasiones, su padre la apostó y perdió, llega al palacio y recurre a Sarah quien la ayuda y la convierte en su dama, poco después Abigail escala en las esferas del poder utilizando las dolencias de la reina para ser su favorita, esto en la vida real se dice sí pasó. Sarah siempre tuvo un lugar privilegiado en la corte, por lo que logra ayudar a su prima Abigail y también tiene el poder de influir en las decisiones políticas, que se supone solo le corresponderían a la reina.

El juego del poder principalmente estará entre mujeres, mostrando a los hombres como únicos espectadores y actores secundarios en los eventos que resulten de los conflictos entre Sarah y Abigail, tan es así que en su mayoría las escenas sexuales eran lésbicas y la única escena heterosexual será una masturbación en la noche de bodas de Abigail a la que poco le importa, debido a que se encuentra pensando en su <<enemiga>> y la estrategia que utilizará para ganar.

El soundtrack es un factor súper importante, sin la narración musical que acompaña las escenas no se podría apreciar el drama y el humor que los personajes sugieren. La favorita se disfruta en sentidos muy privilegiados, visualmente es una producción que cuida hasta el último detalle, los diálogos están cargados del humor necesario para hacer una caricatura política de la monarquía, las actuaciones de las protagonistas  ya les ha llevado a la nominación del Oscar, la música es en esencia un hilo conductor de la trama. la representación masculina como títeres, con un poder significativo en sus manos y aun así intentando conseguir siempre la aprobación de las mujeres en el poder, con la insignia de “todo por la nación”, sin olvidar que a pesar de ello no dejan de visualizar a la mujer como único dador de placer, también juega un papel importante en nuestra época, ahora que la mujer lucha por la igualdad.

Al final el poder sí pesa, Abigail en la última escena se muestra sumisa ante la reina, da cuenta de que el poder que logró no va más allá de tener que sobarle las piernas a la reina y entonces junto con Abigail la pantalla se funde a negro en un ambiente casi claustrofóbico.

 

 

 

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