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Juan R. Hernández
Cada vez más, los integrantes del Poder Judicial están siendo objeto de descrédito debido a sus polémicas decisiones que ponen en entredicho la llamada “impartición de justicia, pronta, expedita y equilibrada”.
Y es que, ante las evidencias de crueldad animal, es precisamente un juez del penal de Barrientos en Tlalnepantla de Baz, ha ordenado la liberación de Daniel “N” y Nadia “N”, un matrimonio acusado del asesinato de Kuko, un perro guía que paseaba por la unidad habitacional Aguiluchos 13 en el municipio de Nicolás Romero, Estado de México.
Con las evidencias proporcionadas por vecinos mexiquenses, el matrimonio terminó con la vida de Kuko, un perro guía esencial para su dueña, una mujer con discapacidad visual, quien, debido a su inquietud, escapó del hogar para terminar en el complejo de viviendas Aguiluchos 13 donde el animal tuvo la mala suerte de cruzarse en el camino de Nadia y Daniel, aparentemente buscando jugar.
Sin embargo, este matrimonio “alegando defensa”, amarró al peludito, lo maltrataron y golpearon hasta asesinarlo de la manera más cruel y con una multa y un “no lo vuelva a hacer”, quedará en la memoria colectiva las imágenes de cómo esta pareja acabó con la vida un perro terapéutico.
De acuerdo con la legislación estatal, el artículo 235 Bis del Código Penal del Estado de México establece que los responsables podrían enfrentar una sanción de seis meses a cuatro años de prisión, además de una multa de 150 a 300 días de Unidades de Medida y Actualización (UMA’s).
¿El juez pensó en la dueña? Una raya más al tigre.
Al tiempo…
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