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mayo 03, 2024

Voces

Arreando al elefante | Hechos y desechos

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Desde que Ricardo Salinas tomó por la fuerza las instalaciones del canal 40 en 2002 sin que Vicente Fox hiciera nada, Ricardo Salinas vio que, a través de la fuerza, la intimidación y el chantaje podía conseguir lo que quisiera.

Su audiencia en su totalidad de clase baja, pensó erróneamente que Azteca sería la “televisora del pueblo”, pero fueron los primeros en ser traicionados.

La guerra entre televisoras comenzó con el robo de personal, conceptos y estrategias y ambas televisoras impusieron vetos y sanciones para quien trabajara en la “competencia”. Con la ayuda de Paty Chapoy el canal tomó forma y uno de los programas institucionales comenzó: Ventaneando, de espectáculos y entrevistas a gente de la farándula y luego derivo en linchamientos mediáticos; el otro fue Hechos, con Javier Alatorre, con la particularidad de dar las noticias como si de un partido de futbol se tratara: a gritos.

El show estaba en la mesa de programación mientras el dueño de la televisora descubría que el canal era un arma de manipulación y chantaje muy poderosa.

“Mágicamente” comenzaron a fluir los permisos y concesiones que empoderaron más a Salinas hasta que, en 2018 entró al poder Andrés Manuel López Obrador que, aunque lo incluyó dentro de los empresarios consejeros del gabinete, no era manipulable como Peña ni omiso como Fox y no le abrió las puertas que Salinas esperaba; comenzó la guerra, y con la estridencia de Alatorre se llamó a no acatar las medidas que dictaba Gatell, obligando a sus trabajadores a laborar en plena pandemia, porque “hay que trabajar”.

El segundo fue el de los libros de texto, apoyando la campaña contra la Nueva Escuela Mexicana porque esa educación era “comunista”; ahora son las Afores y con la estridencia acostumbrada, se intenta convencer a su cada vez menor audiencia de que sería un “robo” permitir el decreto presidencial.

En todo esto hay un denominador común, las pérdidas que todo ello le ocasionan al magnate pues sus intereses económicos están en todo y se ven cada vez más mermados.

La utilización de un MEDIO PUBLICO CONCESIONADO para manipular a las audiencias y mentir descaradamente debería estar sancionado y por supuesto DESECHADO.

Ana María Vázquez
Escritora
@Anamariavazquez

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