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mayo 10, 2024

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ARTURO RÍOS RUIZ

rrrart2000@hotmail.com

ORTA: NADA NUEVO.- Como todo funcionario que llega a una dependencia, hace cambios y es lo que hace Jesús Orta Martínez en la policía capitalina, con el argumento de que los mandos no han cumplido con su obligación en los sistemas de vigilancia, dedicándose más a la pachanga que al cuidado de la seguridad. Nada nuevo.

La red de corrupción de la policía es una maraña interminable, la mayor parte de los nuevos titulares han fracasado y han sucumbido en la deshonestidad al participar en ese mal crónico que impera en todos los cuerpos policiacos del nivel que sea.

Lo que ha sucedido es que todos llegan con la verborrea de la capacitación, profesionalización y otras lindezas que jamás han realizado y las prácticas comunes como la protección a delincuentes, el famoso entre, cuota diaria de los policías a sus jefes no han desaparecido desde tiempos inmemoriales.

Lo de esa extorsión a los elementos que di a conocer en 1984, en mi libro “El Entre Policiaco”, muy malo por cierto como pieza literaria, es una denuncia sobre la corrupción a los guardianes. Se vendió mucho y circuló en Estados Unidos y Alemania, pero no tuvo ningún efecto.

No conocemos la trayectoria en cuestiones de seguridad del joven jefe policiaco, sólo que está preparado y asoma muchas ganas de cambiar las cosas, es obvio que nada fácil será, se necesita más trabajo de fondo, ya que es  generacional. Cambiar la mentalidad de los policías empezando con los jerarcas que ni con lavado de “coco” se corregirán.

El hilo entre un jefe policiaco y de un modesto elemento y la delincuencia, es más delgado el del que se cuelga una araña.

NARCOS DE CUELLO BLANCO. – El polémico obispo de Chilpancingo, ha comentado a los medios sus no pocas entrevistas con jefes narcos, sin que nadie le pida cuentas. Silencio de la autoridad. Ahora sí me asombró: Afirma que ante la caída del mercado de la heroína por la introducción de una droga china, la desplazó. Hace tres años costaba 35 mil, 40 mil pesos el kilo, y ahora la pagan a 3 mil 500.

Afirma que los narcotraficantes se enfrentan por el control de las minas y  maderas, pocos saben que ahí hay yacimientos de oro manejados por canadienses y la comercian los narcos, ahora de cuello blanco. Por eso los asesinatos.

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