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Alejandro Armenta
@armentapuebla_
Los derechos Humanos de los trabajadores tienen origen en los derechos sociales, y fueron considerados en la Constitución de 1917 con el fin de garantizar una protección a todo trabajo remunerado y con la intención de resguardar los intereses de la clase trabajadora. De aquí derivan los tres elementos fundamentales del derecho al trabajo como lo son la libertad para ejercer cualquier profesión lícita, el derecho a tener un trabajo, así como la dignidad.
Dentro del trabajo podemos encontrar el estrés, el cual para la OIT es una respuesta física y emocional a un daño causado por un desequilibrio entre las exigencias percibidas, los recursos y las capacidades de un individuo para hacer frente a dichas exigencias.
Hoy en día se sabe que el estrés puede conducir a la depresión, agotamiento, y que esto se puede desencadenar por un desequilibrio físico o emocional debido al impacto en la carga de trabajo así como la dificultad y cantidad que este requiere. Causando así, factores de riesgo como el Síndrome de Burnout o enfermedades como Burnout12, de acuerdo a su clasificación en el CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades).
Derivado de ello, el pasado 8 de febrero presenté una iniciativa con el fin de salvaguardar a las personas trabajadoras frente a los riesgos laborales, mediante la capacitación inicial que les proveerá de herramientas para realizar sus actividades con conocimiento y de una manera efectiva, y que al mismo tiempo cuenten con entornos laborables saludables que garanticen su seguridad laboral a través de programas de prevención del estrés.