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Elba Esther, ejemplo de corrupción en el SNTE

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Por décadas ha librado la impunidad de acusaciones por enriquecimiento ilícito del magisterio; con el dinero de público ha pagado casas, joyas y hasta rituales de magia negra

OMAR MONTALVO

Ciudad de México. – Una de las figuras políticas que han dejado un legado de corrupción es Elba Esther Gordillo, quien ha tenido desacuerdos con la nueva dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que se ha acercado a Morena. Mientras que el magisterio bajo su mandato fue aliado del PRI, lo que le permitió hacerse de una fortuna de más de 373 millones de pesos, logrando impunidad y hasta el pago de impuestos.

En febrero de 2013 Gordillo Morales fue detenida por la entonces Procuraduría General de la República (PGR) ante el presunto desvío de 200 millones de dólares, que debían ser destinados a los maestros, pero fueron utilizados por la dirigente.

Tras estar casi cinco años detenida, las autoridades la dejaron libre al justificar su riqueza de una millonaria herencia, que sigue disfrutando.

La fortuna de “la maestra” asciende a 373 millones de pesos en piezas de arte, muebles, propiedades, empresas, propiedades y dinero en efectivo, que le dejó en 2009 su madre Zoila Morales Ochoa, quien también fue líder sindical.

La riqueza de Elba Esther es encabezada por las tres empresas inmobiliarias Inmobiliaria Galilei, Comercializadora Erizpe e Inmobiliaria Larcaste valuadas en más de 185.6 millones de pesos, así como la empresa Comercializadora TTS. A esto se suman muebles coloniales, antigüedades, esculturas y más de 200 pinturas de autores como Fernando Botero, Diego Rivera y Francisco Toledo.

Antes de su detención, la dirigente sindical también tenía hasta nueve casas de lujo, de las cuales seis se encontraban en México y tres en Estados Unidos. Al quedar en libertad le devolvieron tres inmuebles y de estos, “la maestra” vendió dos que estaban a nombre de sus hijas, con valor de 9 millones de dólares, en un fraccionamiento exclusivo de San Diego, California.

La vida de millonaria, ya era presumida desde antes de recibir su herencia, lo que no coincidió con sus ingresos. Sólo en 2012 con 31 mil pesos usaba productos de lujo de las marcas Louis Vuitton, Prada, Gucci, Birkin, Killy y Hermes, cuyos precios superaban los 50 mil pesos.

Otros puntos de su carrera política que involucraron lujos fue en 1994 cuando, estaba en riesgo su dirigencia por una auditoría, pero para evitarla, viajó a África para un ritual vudú que consistió en el sacrificio de un león, lo que costó 45 mil dólares; así como la rifa forzada de 59 camionetas Hummer con valor de más de 500 mil pesos, pues originalmente iban a ser regalos a los líderes de sección del SNTE.

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