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ANA MARÍA VÁZQUEZ
@Anamariavazquez
Desde el inicio de semana hemos visto un “volver al pasado” en la campaña de la señora Gálvez, la entrada de Max Cortázar a su equipo revivió el vergonzoso muestrario de improperios, mentiras y ahora será la doctora Sheinbaun la protagonista de la frase “un peligro para México”, que se acuñara en la campaña del ahora presidente López Obrador, y que llama al supuesto “miedo” de la gente a la continuidad, al odio, al rechazo del proyecto de nación que representa Claudia Sheinbaum usando frases como “Maximato” o “más de lo mismo”.
Si bien la continuidad del proyecto de la 4ª Transformación es una sus banderas de campaña, no es la única, recordemos que hace poco, diversos grupos sociales fueron convocados para realizar sus propuestas de nación y con ellos, conformar un proyecto integral que abarcara todos los estratos, la convocatoria también fue abierta, no solamente a morenistas y en su momento se dará a conocer en su totalidad; mientras tanto, la oposición no ha dado pie con bola en todo el sexenio, golpeteos, periodicazos, mentiras y hasta contubernio con el poder judicial, pero de PROYECTO, nada, no hay propuestas y la señora Gálvez no ha hecho más que cavar su propia tumba cada vez que abre la boca y justificar con risita tonta sus graves resbalones; ¿te la imaginas en la silla presidencial cuando ni siquiera recordaba el libro que presentó en la FIL y que hablaba sobre ella? ¿realmente la visualizas tomando decisiones de economía, seguridad, relaciones internacionales? Yo francamente no. El gravísimo error que la coalición del llamado “Frente Amplio” no ha hecho más que perder: escaños, credibilidad, fuerza y sobre todo dinero al no tomarse en serio ni ellos mismos.
¿Y el proyecto? ¿y la propuesta?, ¿por qué deberíamos votar por sus candidatos? ¿qué han hecho realmente para corregir el rumbo que según ellos ha “destrozado” al país? Absolutamente NADA.
Mientras escribo esta columna, el peso ganó 4 puntos, cotizándose en 17.17; la deuda externa se redujo en un 13% y en el mundo ya se habla del “nuevo Milagro Mexicano” y el país se pone a la delantera en el mundo entre los que más confianza representa para invertir.
¿Realmente vamos tan mal?
