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Ricardo Sevilla
Ricardo Salinas Pliego está furioso. Y esa cólera tiene que ver con su negativa de pagar impuestos. El tercer hombre más rico de México ha perdido los estribos.
Y eso lo ha llevado a decir, nuevamente, que los impuestos son un robo y que él no se dejará robar. ¿Salinas Pliego pensará con los callos de los pies?
Quizá sería importante remarcarle a este sujeto que los impuestos, lejos de ser “un robo”, como él acusa, sirven para costear necesidades colectivas, como servicios, administración pública e infraestructura para la sociedad mexicana. Una sociedad que poco le importa a este tipo que ha vivido rodeado de privilegios.
El deudor hacendario se niega a pagar y, por ello, todos los días ataca al Gobierno federal y lanza (mezquinas) indirectas al presidente López Obrador.
El dueño Grupo Elektra, S.A.B. de C.V., una de las empresas más feroces en temas de usura, acusa que los “gobiernicolas viven rodeados de lujos, hacen ricos a sus familiares, viajan en jet privado, comen en restaurantes de lujo, saquean todo lo que pueden, traen camionetas de lujo, se atienden en hospitales del extranjero, mantenemos a sus familias, novias, novios y adicciones con el pago de nuestros impuestos”.
¿Cómo ha sido posible que este sujeto dijera eso sin morderse la lengua?
Hoy se sabe que, además de ser un clasista, un racista, un homófobo y un sujeto tacaño, Salinas Pliego también es un extorsionador.
Y es que, de acuerdo con el testimonio de varios alcaldes y regidores, el dueño de la empresa Televisión Azteca, S.A.B. de C.V. ha obtenido más de 100 millones de pesos a través del chantaje y la intimidación.
De acuerdo con esta versión, personeros del dueño de Tv Azteca recorren estados, municipios y regidurías amagando y amenazando a presidentes municipales para que les compren publicidad.
Nos dicen que Salinas Pliego no envía a sus directivos a negociar, sino a amedrentar.
“Y cuidado y te niegues a comprarles publicidad, porque, de inmediato, te amenazan con darte un buen putazo (así nos dicen), en la tele”, afirma una exregidora de Chihuahua.
¿Será que Salinas Pliego está tan colérico porque, una y otra vez, lo agarran con las manos metidas en la fétida masa de la corrupción?
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