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Ricardo Sevilla
“Uno ya no sabe qué pensar con los faranduleros”, mi dice un seguidor del panameño Luis Miguel González Bosé, mejor conocido en el mundillo del espectáculo como (el español) Miguel Bosé.
Y es que el fin de semana pasado, trascendió que un comando armado se había metido (el viernes pasado) a la residencia (de más de 70 millones de pesos) de padrino del grupo mexicano Timbiriche para robarlo.
Bosé dejó pasar sábado, domingo y la mitad del lunes antes de sacar un comunicado donde aseguró que, durante dos horas, lo tuvieron atado a él, a sus hijos y al personal de su casa. “Se llevaron todo”, subrayó en el comunicado que comenzó a circular hasta el mediodía de ayer.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, a la que no dejaron ingresar al exclusivo fraccionamiento Rancho San Francisco (ubicado al sur de la Ciudad de México en San Bartolo Ameyalco, en la alcaldía Álvaro Obregón, cerca de Santa Fe), donde vive el intérprete de “Amante bandido”, informó que ya inició una carpeta de investigación.
Lo curioso es que el cantante, que está la lista negra del fisco en España, no ha levantado una denuncia formal.
Pero a mucha gente, todo esto, le parece muy sospechoso. Y aseguran que a Bosé le gusta mantener el estatus de artista independiente, pero no lo es ni remotamente.
Y es que le reprochan al cantante ser hijo del torero español Luis Miguel Dominguín, quien era íntimo amigo del dictador Francisco Franco, y con quien, de hecho, le encantaba salir de cacería.
Los propios seguidores de Bosé se han declarado desconcertados al saber que fue capaz de ir al Festival de Viña en tres oportunidades durante la dictadura de Augusto Pinochet (1981, 1982 y 1984).
“Bosé, que es el insufrible narcisista sin ideología propia que se mueve hacia donde más le convenga. Y, sobre todo, se inclina hacia la derecha”, nos aseguran.
Y eso nos hace recordar que Bosé apoyó al rey Juan Carlos I cuando el monarca interrumpió a Hugo Chávez, durante la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado. “Por qué no te callas”, le dijo, en ese momento, el rey de España al presidente de Venezuela.
De ahí las (muchas) sospechas que haya sobre el supuesto atraco que el cantante dice haber padecido.
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