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Juan Hernández
La destrucción de libros podría equipararse a las quemas realizadas en la época de la Santa Inquisición en los siglos XVI y XVII o del nazismo en el siglo XX. Pero eso sería llegar a niveles extremos en México.
Sin embargo, resulta controversial la propuesta realizada por el líder nacional del PAN, Marko Cortés, quien hace un llamado a los padres de familia para destruir los libros de texto gratuitos distribuidos por la SEP, alegando que buscan adoctrinar a los estudiantes y convertir las escuelas en “templos de adoración” de la visión política del presidente López Obrador.
Incluso, instó a los padres a destruir completamente los libros o eliminar las partes que no coincidan con la educación que ellos desean para sus hijos. Lo más sano es que antes de destruir, mejor se busque una salida política y académica antes de recurrir a espectáculos lamentables de quema o destrucción de libros en público.
Y en otro tema, en un esfuerzo por fomentar la reinserción social y generar oportunidades para personas privadas de la libertad, el GCDMX ha puesto en marcha el subprograma Capacitación para el Bienestar Laboral. Esta iniciativa, desarrollada en colaboración con la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo y la Subsecretaría del Sistema Penitenciario, busca capacitar a un total de 960 personas que se encuentran en los 13 Centros Penitenciarios de la ciudad.
El programa, explicó el Secretario de Trabajo y Fomento al Empleo, José Luis Rodríguez Díaz de León, tiene como objetivo principal brindar a los participantes la posibilidad de certificarse en un estándar de competencia laboral y desarrollar habilidades que les permitan ejercer una actividad productiva por cuenta propia.
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