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Juan Hernández
Desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador acuñó la frase sobre las “Benditas Redes Sociales”, sin duda alguna, estas se han convertido en una herramienta para evidenciar a las autoridades que se niegan a cumplir sus obligaciones y exhibir (de alguna forma la esencia) a las figuras públicas (políticos, artistas, futbolistas).
“Lamento y condeno el tuit del expresidente Fox que hace mofa del origen familiar de Claudia Sheinbaum”, dijo la senadora del PAN, Xóchitl Gálvez sobre el mensaje que el expresidente Vicente Fox publicó para mofarse de las “Corcholatas” y, además, pidió que no haya más odio y divisiones entre mexicanos.
Cabe señalar que el expresidente recibió muchas críticas en redes sociales y finalmente decidió eliminar el post y a pedir una disculpa pública. “Pido una disculpa por haber retuiteado un tuit que no es mío. Tengo un profundo respeto por la comunidad judía”, escribió el panista, sin embargo, el “retuiteo” tiene una implicación, y esa es quien lo reproduce o lo difunde, es porque está de acuerdo con esa idea que publica la persona original.
Tuvieron que pasar más de 24 horas para esa disculpa y ese deslinde.
Aunque no lo quieran, los dos golpazos que le asestó el expresidente Fox a la imagen de la senadora Gálvez Ruiz, les caló profundo.
El fantasma del regreso de las pensiones de los expresidentes y la eliminación de los programas sociales perseguirá al panismo nacional y de la CDMX. Y todo por los tardíos deslindes del partido blanquiazul que todavía no ha entendido el poder de las redes sociales.
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