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Ricardo Sevilla
¿En qué pensó Luis María Aguilar Morales cuando aceptó atraer a la Suprema Corte de Justica de la Nación el caso con el que la empresa Elektra, propiedad del empresario (clasista y racista) Ricardo Salinas Pliego, busca evitar el pago de impuestos?
Solo el diablo y Aguilar Morales lo saben. Y es que el ministro Aguilar Morales, cuya carrera tuvo un crecimiento meteórico en el sexenio de Peña Nieto, no tuvo empacho en hacer suyas dos solicitudes de la compañía Elektra que buscan evitar que el negocio de SalinasPliego pague los impuestos que debe desde hace más de una década (concretamente hace 12 años).
Luis María Aguilar Morales, quien alguna vez ordenó pagar más de 2 mdp por colocar una lona en uno de los patios de la Corte “para que no le diera el sol de lleno en la cara” salió a dar la cara por Salinas Pliego.
Gracias a esta jugarreta de Aguilar Morales, uno de los mejores aliados de Norma Piña, ahora será la Segunda Sala de la Corte la que decida si acepta (o no) la petición del ministro para intervenir y poner fin al juicio fiscal que Salinas Pliego, mañosamente, ha logrado alargar más de una década.
Los ministros (y ministras) neoliberales no parecen colmarse con nada. Son un hatajo de corruptos. Y parecen caballos desbocados. Y, justo por eso, el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Alejandro Armenta, y la senadora de Morena, Citlalli Hernández Mora hicieron un enérgico llamado a los ministros de la SCJN a que respeten la Ley Federal de Remuneraciones como lo establece la Constitución.
Y como los magistrados parecen hambrientamente desbrujulados, los diputados del partido Morena, a propuesta de Alejandro Robles, ya anunciaron que presentarán una demanda de juicio político en contra de ministros de la Corte por lo que consideran una violación sistemática del artículo 127 constitucional.
Y lo aplaudimos porque el objetivo es que los ministros “se sujeten al cumplimiento de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos” y acaten “la soberanía popular expresada en las urnas en el 2018, a fin de que haya austeridad en el servicio público”. Y basta de que el Cártel de la Toga siga haciendo de las suyas.
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