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MARIO ALBERTO MENDOZA
GRUPO CANTÓN
MACUSPANA.- Tuberías rotas, fugas de gas y material flamable, visible contaminación de los metales que sirven de conductores o depósitos de diversos materiales en el Complejo Procesador de Gas CPG, en Ciudad Pemex, encienden los “focos rojos”, al quedar al descubierto el criminal abandono de las áreas operativas en patios de maniobras y en la zona de criogénicas.
El miedo a morir calcinados, lleva a los trabajadores, de confianza, externos de compañías y a sindicalizados a denunciar el existencia de una actitud criminal por parte de los responsables de la empresa petrolera en todos sus niveles, pues han dejado en el olvido el mantenimiento de las áreas receptoras de gas y azufre, cuyos depósitos se desmoronan al estar expuestos al efecto contaminante del hidrocarburo que se deposita ahí, en todas sus modalidades.
SIN MANTENIMIENTO
La zona de las criogénicas, donde se procesa y embarca el azufre, se corroe con el criminal beneplácito de los responsables del Complejo Procesador de Gas, quienes desde hace 12 meses, no invierten ni una hora-hombre, en el mantenimiento de las instalaciones operativas, las que a simple vista se encuentran en un estado deprimente y muestran el peligro de una explosión que cobraría decenas de vidas humanas.
Solo remiendos presentan las áreas receptoras de gas y azufre.
Al estar rodeado de una pobla-ción flotante de 10 mil familias, el CPG representa un serio peligro para la existencia humana, al estar abandonada y presentar fugas constantes, que debido a la falta de plazas y a la actitud de no abrirlas por parte de la oficina Regional de Recursos Humanos, se han agravado, lo que motiva a los escasos trabajadores del área, quienes vigilan únicamente cómo se caen los pedazos de lámina, tubos, así como cables eléctricos, sin que llegue el personal especializado a realizar el mantenimiento, pues prácticamente no existen.
“FUGAS POR TODOS LADOS”
Temerosos, Mario de la Cruz y Carlos Arévalo Cruz, ex trabajadores del área de criogénicas, señalan que los enormes tubos de 16 y 24 pulgadas, padecen fugas en las uniones, observándose que el herrumbre ha carcomido las instalaciones, que al cimbrar al paso de la carga de gas, dejan caer pedazos de metal, formándose hoyos en la estructura, que al ser reportados, nadie hace caso para repararlos, aumentando el miedo a una explosión letal.
Las válvulas se encuentran en pésimas condiciones.
Advierten que la mayoría que vive en la zona aledaña al complejo recuerdan las explosiones históricas, así como las que se han suscitado en los últimos días en Nuevo Pemex, en la zona de Reforma, Chiapas, donde los afectados denunciaron que la falta de mantenimiento habría suscitado el estallido.
