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Nuestro país se encuentra en el séptimo lugar en cuanto al número de accidentes viales. En este sentido, el estrés, el tráfico o los atascos son factores que pueden jugarnos malas pasadas en la carretera.
En el siguiente artículo se ofrecen consejos para no tener sobresaltos al volante:
– Contar con una póliza. No solo es obligatorio a nivel legal contar con un seguro vial. Una póliza es la mejor forma de estar prevenidos ante robos, accidentes e imprevistos en general.
Además, en la actualidad hay opciones de seguro de auto por kilómetro muy económicas en las que solo se paga en función de la distancia recorrida.
– Maneja sólo cuando hayas descansado. Está comprobado que cuando dormimos mal nuestros reflejos se reducen considerablemente. Además, corremos el riesgo de quedarnos dormidos al volante.
A este respecto es recomendable descansar al menos 8 horas antes de manejar. Asimismo, cada dos horas de conducción conviene hacer una pequeña parada y reponer fuerzas.
También ayuda que el copiloto vaya hablando con el conductor para que este se mantenga activo durante el trayecto.
– Cinturón de seguridad. Es el único freno del cuerpo en caso de impacto o colisión. Llevarlo abrochado es muchas veces la diferencia entre sufrir un accidente grave o salir ileso.
En el caso de las embarazadas hay que colocarlo entre los senos y lo más bajo posible en las caderas. Por otro lado, si el pasajero es un bebé o niño el vehículo deberá ir en una silla adaptada.
– Respetar las normas de tráfico. Esta es, sin duda, la mejor garantía de un trayecto seguro. Hay que ceñirse siempre al límite de velocidad, señales viales y respetar la distancia de seguridad.
La normativa también exige que ante cualquier incidencia salgamos del vehículo con el chaleco reflectante puesto.
También está totalmente desaconsejado el uso del teléfono móvil mientras manejamos.
– Nada de alcohol. Aunque parezca obvio, no todas las personas lo cumplen. La ingesta de bebidas alcohólicas proporciona una falsa sensación de seguridad y reduce las capacidades físicas y cognitivas.
Además de estos consejos conviene estar siempre atentos a la carretera, cuidar las llantas del auto y ser prudentes. Nuestra vida, y la de los que nos acompañan, depende de ello.