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Marcos Valdés termina el año con un récord interesante de trabajo en el que destacó en seis obras de teatro, imitaciones y realizando la serie en homenaje a su tío Germán Valdés Tin-Tan, pero en la que le fue mejor, tanto en éxito histriónico como en el aspecto económico, es en la obra El amor es una mierda, que protagonizó junto con Lisset, misma que se presentó durante varias semanas en el Teatro Enrique Lizalde.
También desempeñó un interesante papel en Teatro en Corto con la obra Te presento a mis papás y logró recordar a Tin-Tan en representaciones por todo el país, vistiendo y cantando como el gran pachuco del cine mexicano, personaje que representaba muy bien el ojiverde Germán Valdés.
En el plano familiar, Marcos estuvo cercano a su padre, Manuel El Loco Valdés, junto a sus medios hermanos, incluido Cristian Castro, desde que el querido comediante fue sometido a cirugías y tratamientos contra un tumor que en la cabeza, a la altura de la sien.
