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Alimentación sano, sí obeso, no

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El sobrepeso en los pequeños puede parecer algo normal, pero atenta contra su salud

Hasta hace poco era común que las abuelas, las tías, y las mamás vieran la gordura de los niños co­mo algo positivo.

Se consideraba un niño sano si lucía “gordito y cachetón” y so­bre todo si dejaban siempre el “plato limpio”.

Pero los médicos en la actuali­dad nos confirman que esto no es cierto. Cuando vemos a un niño obeso ya reconocemos que algo está mal con su dieta y con su ac­tividad física, que puede dañar su autoestima y ser blanco de burlas.

El problema es que la obesidad infantil puede ir de la mano con los niveles de colesterol elevados en la sangre.

Ayúdalos a superarlo

Tu cuerpo produce suficiente co­lesterol para los procesos en don­de se requiere. El hígado de tu hijo puede producir hasta mil miligra­mos de colesterol al día en condi­ciones normales, pero si a eso le añades helados, bebidas azucara­das y las hamburguesas con que­so y tocino, todo esto sin contar con las horas que tu hijo permane­ce frente al televisor o a la computadora, sin nin­gún tipo de actividad física al día, el pro­blema se agrava.

¿Obeso o robusto?

Un niño está obeso cuando su índice de masa corporal – IMC- está en los 95 percentiles o más, y que está en sobrepe­so si su IMC llega a los 85 per­centiles, pero es menos de 95. Por otro lado, un niño está en un peso normal si su IMC se encuentra entre los percenti­les 5 y 85. Y su peso es menor al normal si su IMC no llega al percentil 5.

Colesterol y las grasas

Si los padres entendieran que su hijo obeso puede desarro­llar niveles elevados de coles­terol malo, seguramente toma­rían acciones inmediatas. Lo que sucede es que muchos de ellos, y tal vez este sea tu ca­so, no saben bien qué es el co­lesterol y por qué es perjudicial para la salud de sus hijos.

Diferencia entre sobrepeso y obesidad

Es importante saber la diferencia en­tre la obesidad y el sobrepeso: el pri­mero hace referencia a alguien que pesa mucho, mientras que la obesi­dad habla del exceso de grasa. Los pediatras utilizan el peso y la esta­tura para calcular el índice de ma­sa corporal (IMC) con base en unas fórmulas. Luego utilizan unas tablas que son específicas para la edad y el sexo del pequeñín y así determinan en donde se encuentra. Por ejem­plo: la mitad de los niños de la misma edad se encuentran en el percentil 50. Un 25% está por arriba de ese ni­vel y un 25% por debajo.

 

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