Visitas
“TODAVÍA, ASÍ COMO ME VEN, bateo arriba de 300, todavía macaneo”, dice el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
“Miren ustedes”, alerta, se acomoda en la caja de bateo. Viste playera tricolor con una “M” en el pecho. Guantes negros, y cachucha roja, de los Cardenales de San Luis, equipo de Grandes Ligas de Beisbol, al cual le va.
Se carga la carabina por sobre el hombro, se cuadra y comienza a macanear: Seis pichadas.
Seis batazos sólidos. Ni un strike. Acaba la exhibición de beisbol del presidente electo. Así macanea.
En la forma que toma el bat y lo sólido que conecta con la pelota, es evidente que López Obrador practica este deporte. Se le ve relajado, sonriente cuando toma el bat.
Y más que eso. En esta demostración, incluso bateó arriba de 300, como él presume, y como lo hace el tercero en el orden al bat de un equipo, que suele ser el bateador más efectivo, de mayor porcentaje de hits y de carreras producidas. El que los lleva a home.
Como suele hacerlo cuando su agenda lo permite, así se relaja López Obrador, jugando beisbol, deporte del cual es aficionado y lo practica desde niño. Hoy difundió por Twitter y Facebook esa recreación que tuvo en el Deportivo del Sindicato de los Tranviarios de la Ciudad de México.
Por la tarde, otro macaneo: en sus oficinas de transición. Reuniones importantes: la futura jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, el exasesor de la Casa Blanca, James Jones, y Jesús Seade, el negociador de AMLO con EU, para el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Le llevó buenas noticias al Presidente electo: las negociaciones concluyen la próxima semana, el nuevo TLCAN se firmaría el 30 de noviembre y queda fuera la cláusula Sunset, que permite a EU revisar el acuerdo cada cinco años.