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RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
DE FRENTE Y DE PERFIL
Resulta curioso cómo la disputa por el poder dentro de los ahora partidos minoritarios se da entre quienes forjaron esa derrota en las urnas.
La disputa por las escasas posiciones a las que tendrán acceso los representantes de los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática se produce entre quienes sabedores de la inminente derrota se blindaron con posiciones de representación proporcional y buscan acapar los pocos espacios disponibles.
Ayer comentábamos cómo los priístas acapararon los mejores sitios para los mismos que provocaron la derrota y ahora panistas y perredistas buscan hacer lo propio.
Si Claudia Ruiz, Miguel Osorio, Eruviel Ávila, René Juárez, Luis Miranda, Vanessa Rubio y otros no pudieron salir avante como coordinadores de estrategia de José Antonio Meade y otros fracasaron como cuadros dirigentes, los panistas siguen por la misma ruta.
Tres de los principales operadores del candidato presidencial Ricardo Anaya esperan obtener los cargos disponibles dentro de ese organismo político.
Marko Cortés, coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados, aspira a convertirse en el nuevo dirigente nacional del partido, donde tendría enfrente a los contrarios del excandidato Ricardo Anaya.
Otro de los personajes cercanos al mismo Anaya es Damián Zepeda, actual dirigente nacional del PAN, quien pretende ocupar el liderazgo de la bancada en el Senado, incluso provocando albazo.
Jorge Romero, otro incondicional del grupo de Anaya busca, a su vez, la coordinación de la bancada en la Cámara de Diputados.
