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Por Ana E. Rosete
Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, solicitó licencia como militante de Morena.
Lo anterior sucedió en el marco del séptimo Congreso Nacional Extraordinario de Morena, en donde la próxima mandataria de nuestro país destacó la importancia de la unidad en el Movimiento Regeneración Nacional de transformación que, según las palabras de Claudia, es “el más fuerte del mundo”.
Sheinbaum aseguró que Morena es un instrumento del pueblo que confió en cada uno de ellos, que pertenecen al partido político que la llevó a donde está.
La mujer fue clara y concisa con sus palabras, además optó por hacer una serie de recomendaciones a los cientos de militantes que la acompañaron.
Les pidió que mantengan un comportamiento honesto y sencillo, rechazando la corrupción y los privilegios del pasado, esos que existían en tiempo de oligarquía y nula democracia.
Aunado a ello a Sheinbaum les pidió no permitir el amiguismo, influyentismo ni el nepotismo dentro del partido, aunque aquello no se ha llevado a cabo a la perfección, para muestra Felix Salgado Macedonio y su hija Evelyn Salgado o el caso de Ricardo Monreal y su pequeña Catalina.
Sheinbaum dijo que espera que los próximos aspirantes a puestos de elección popular sean designados mediante encuestas.
¿Qué nos distingue? ¿Qué somos? Humanistas que amamos nuestra patria y tenemos un profundo amor al pueblo de México y a nuestra historia”, fue de sus frases más fuertes, de las más valiosas y de las más importantes.
