49 lecturas
ALEJANDRO ARMENTA MIER
@armentaconmigo
Todo evento histórico tiene un precedente y, a su vez, es el precedente de otros eventos que trazan el camino de una Nación, lo cual permite conocer la historia de nuestro país y a su vez nos lleva a tener una identidad nacional como ciudadanos, tal como lo fue la Revolución Mexicana, pues gracias a los sucesos previos que coadyuvaron a su inicio, se pudo llegar a la promulgación de la Constitución de 1917, en donde se consagran los artículos que rigen los principios políticos, sociales, así como económicos por los que se luchó en la Revolución.
Si bien es cierto que la Revolución Mexicana ha sido un parteaguas en la historia de nuestro país, también es muy cierto que la lucha de la misma no concluye mientras siga existiendo pobreza y desigualdad, mientras la concentración de la riqueza siga siendo la posibilidad de unos cuantos, y la tragedia de unos muchos, el pensamiento de Zapata y Villa continúa vigente.
Como lo he comentado en anteriores ocasiones, han sido tres momentos claves para la construcción de la democracia y la libertad en México y han sido la Independencia, la Reforma y la Revolución, las cuales representan las principales transformaciones sociales. Cada uno de ellos aportó lo propio para defender a los pobres y nuestro territorio, abolir la esclavitud, así como la participación del pueblo y el respeto por sus derechos
Sin duda estos hechos son la base y precedente de la 4T que encabeza nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo Proyecto de Nación procura como principios el respeto a la soberanía nacional y sobre todo la justicia social que se basa en la atención en primera instancia a la base de la pirámide social y lucha por el bien de todos los mexicanos y mexicanas, buscando anteponer el interés público por encima del privado.
Asimismo, la 4T continúa con esos principios que construyen la verdadera democracia.