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Decidir cómo morir
Sadit Gabriel
Nacemos, crecemos, nos reproducimos, ¿pero solo morimos? Ciertas vicisitudes hay en ello; claroscuros giran alrededor de nuestras experiencias en la vida, pero también abordan la forma en la cual perecemos.
Oppenheimer (2023), basada en la obra literaria El Prometeo americano: triunfo y tragedia de J. Robert Oppenheimer (2005), es todo un discurso respecto al poder: cómo poseerlo, cómo resguardarlo, cómo ejercerlo y cómo destruir con él.
Comprende el litigio entre la destrucción política, pero también la científica; transige las condiciones perfectas para puntualizar la supresión humana, al tiempo que desglosa la semiosis ideológica adherida a la unidad de cada personaje.
Expone Nolan, gracias a diversas subordinaciones temporales, el ascenso y descenso de la opulencia. Juega con el destino de sus propias piezas para determinar cuál es la naturaleza de la obsesión humana con la tanatología.
Vuelve el filme a la autonomía de la voluntad un eje central para sentarse frente al espectador y dialogar. Afirmaba Foucault que el poder no se tiene, se ejerce para existir. Suenan y retumban las voces de Socrates, Rawls o el mismo Kant (todos filósofos de la ética), ello para explicar que turnamos al armamento nuclear en una de tantas veredas para decidir cómo y por qué dilucidamos morir.
Nombre: Oppenheimer
Año: 2023.
Director: Christopher Nolan.
Calificación: 8.6 (obra maestra).
Dónde: Solo en cines.
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