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Arreando al Elefante | ¿Qué demonios pasó en el IMSS?

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Ricardo Sevilla

Ayer, el presidente López Obrador lamentó y condenó enérgicamente el accidente que propició la muerte de una menor de edad en un hospital del IMSS, en Quintana Roo. El primer mandatario aseguró que ya está en curso una investigación y que se castigará a los responsables.

De hecho, la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo abrió una carpeta de investigación, tras la muerte de la menor, quien falleció asfixiada en un elevador del Hospital General de Zona No. 18, del IMSS, ubicado en el municipio de Solidaridad, en Playa del Carmen.

Y es que, como mucha gente sabe, a través de un dramático video que circuló en redes sociales, un usuario mostró cómo un ascensor mantuvo prensado el cuerpo de la niña de seis años a la altura de la cintura, mientras personal médico y derechohabientes hacían esfuerzos por liberarla.

La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, no tardó en manifestar su aflicción por el trágico suceso y señaló que había hablado con el Fiscal interino, Raciel López, para exhortar a la Fiscalía de Quintana Roo a realizar una investigación hasta llegar a las últimas consecuencias.

Ahora mal, es importante subrayar que la empresa Soluciones Integrales de Transportación Vertical en México Sitravem SA de CV, encargada de darle mantenimiento a los elevadores del HGZ 18, no tiene un domicilio claro y todo apunta a que podría tratarse de una empresa fantasma.

Pero más allá de esos contratos opacos, que seguramente merecerán una auditoría en el IMSS, la respuesta del delegado de ese instituto en Quintana Roo, Enrique Leobardo Ureña, ha sido lamentable. Y es que el funcionario, en un burdo intento por lavarse las manos, señaló que la empresa Soluciones Integrales de Transportación Vertical en México Sitravem SA de CV. era, prácticamente, la única responsable del accidente que le arrancó la vida a la pequeña Betzabé.

Y la Fiscalía de Quintana Roo, que había detenido al camillero Víctor “F”, decidió ponerlo en libertad, tomando en consideración que no tenía ninguna responsabilidad penal, ni en el fallecimiento de la niña. Pero la investigación tiene que seguir su curso hasta que caigan los auténticos responsables.

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