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Los asesinos ultimaron a David Gómez Plata a balazos y luego los rociaron de gasolina para prenderle fuego
Redacción Grupo Cantón.
“¡Híncate cabrón!, tú sabes quién soy yo, pues sabes muy bien lo que hiciste, ¿verdad?”, gritó el asesino quien, horas antes, en compañía de sus colegas. había levantado a David Gómez Plata, ex fiscal Antisecuestros en zona Oriente y a dos personas que lo acompañaban. “¡No me hagas nada por favor!”, “Te daré lo que me pidas!” decía el jefe policíaco sumido en la desesperación, cubierto del rostro y amarrado de las manos y piernas.
“¡Ya me la debían, cabrones!”, gritó el agresor, quien entre el polvo de la terracería se tomó el tiempo para descargar tranquilamente los galones de gasolina, pues en aquel lugar baldío localizado en la avenida Puente de Piedra, sin número, en la colonia Rincón Verde, nadie, absolutamente nadie iba a escuchar los gritos de sus víctimas. “¡Griten todo lo que quieran cabrones, total, nadie los va a escuchar!”, dijo el verdugo, quien sentía la necesidad de matarlos para ajustarles algunas cuentas pendientes.
CRIMEN
Fue así como, entre gritos de desesperación, los tres sujetos fueron puestos en fila por uno de los sicarios, mientras el otro más tomaba el arma y la preparaba para terminar con el sufrimiento de las víctimas, “¡Ahora sí!, ¡Hay nos vemos en el infierno cabrones!”, gritó, mientras detonaba el arma y asesinaba al primero.
El sonido del cuerpo al caer sobre la tierra, era una forma de tortura para los dos restantes, “¡Voy por el segundo!”, expresó dejando hasta el último a Gómez Plata, por lo que con una sonrisa descarada, detonó el arma provocando que tres balas impactaran en el cuerpo de su siguiente víctima. “¡Ahora sí, le toca a mí Platita!, el más gallo de todos, ¿no?”, dijo, mientras el pobre hombre alcanzó a decir “¡No me mates wey, dame quebrada!”, y al ter minar de decir estas palabras, varias balas se impactaron en su cuerpo, provocando que se desangrara y que el líquido rojo cubriera su camisa a rayas y su finísima chamarra de piel de color beige.
LLAMAS
“¡Cámara!, estos weyes ya valieron madres, échales gasolina y préndeles fuego”, expresó el verdugo a su colega, quien rápidamente tomó los galones y bañó el cuerpo de los sujetos con el fatal líquido. Más tardó el encendedor en sacar la llama, que en lo que los asesinos, incendiaron los cuerpos y huyeron a toda velocidad de la zona a bordo de una camioneta, pues era necesario que se alejaran lo más rápido posible del lugar de los hechos, ubicado en la alcaldía Naucalpan.
POLICÍAS
Minutos más tarde, policías municipales encontraron los cuerpos aún en llamas, por lo que dieron aviso a las autoridades de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, desafortunadamente, para aquel momento el fuego ya habían consumido la mitad del cuerpo de Gómez Plata, de 39 años de edad, por lo que fue identificado por lo que quedaba de su ropa.
Los otros dos sujetos no corrieron la misma suerte, ya que fueron consumidos por el fuego en su totalidad, por lo que hasta el momento se desconoce su identidad. ¿Cuáles fueron los motivos por los cuales terminaron con la vida del ex fiscal y de sus acompañantes?, algunos serán revelados en investigaciones posteriores, mientras que las verdaderas causas y las intenciones reales, Gómez Plata se las llevó a la tumba.
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