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Ya en anteriores entregas habíamos visto los peligros de manipular objetos que son para consumo humano, con el caso de una joven que lamió un helado, abriendo el producto perfectamente sellado, la cual ahora es buscada y si aparece, podría enfrentar un castigo de 20 años de prisión. Ahora el caso se repite, de otra forma más peliaguda: Una mujer fue detenida en Jacksonville, Florida luego de que grabara a su hija lamiendo un depresor lingual (bajalenguas o abatelenguas) en el consultorio de un médico, para luego volver a colocar el instrumento en su lugar.
Cori Ward acudió con su hija a una clínica de esa localidad, en el consultorio la señora abrió un frasco con los instrumentos sin hacer caso del letrero que decía “por favor, no manipular los objetos médicos, gracias”. La niña tomo uno de estos depresores linguales de madera, lo lamió y puso de nuevo en el frasco. EL video fue publicado en redes sociales donde se volvió sumamente viral, tan así que llegó a los ojos de la clínica, donde pidieron a los policías realizar una investigación.
Las sanciones son severas en estos casos, puesto que se está jugando con la vida de una persona que podría ser alérgica a alguna bacteria proveniente de la boca de la niña.
Cori Ward ha sido acusada de intentar manipular un producto de consumo sin considerar las posibles consecuencias como la muerte o lesión corporal, y si es declarada culpable podría enfrentarse a una pena de 30 años de prisión y una multa de 10.000 dólares. La semana pasada la mujer aseguró a los medios locales que se arrepiente de sus acciones y siente que “le habían arruinado la vida”.
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