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Durante el proceso judicial -que debió reiniciarse por la salida de la jueza original-, peritajes demostraron tortura y ensañamiento contra la menor
REDACCIÓN, GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- Este 30 de abril, cuando se cumplen cinco años del brutal feminicidio de Fátima Cecilia, la niña de 7 años secuestrada en Tláhuac y hallada sin vida en Xochimilco, la sociedad exige justicia plena contra Mario ‘N’. y Giovana ‘N’., recién declarados culpables.
La audiencia de sentencia en el Reclusorio Oriente marca un punto crítico para el caso que expuso la violencia extrema contra la infancia en México. “Exigimos la pena máxima”, reclama Sonia López, tía de la víctima, mientras colectivos feministas montan un altar frente al tribunal con fotos de Fátima y consignas contra la impunidad.
El crimen de febrero de 2020 reveló patrones escalofriantes: Giovana engañó a la menor en su escuela, Mario la violentó sexualmente antes de asesinarla, y ambos abandonaron su cuerpo como desecho.
Durante el proceso judicial -que debió reiniciarse por la salida de la jueza original-, peritajes demostraron tortura y ensañamiento. “Esta sentencia debe ser un parteaguas”, insiste la abogada familiar Ana Katiria Suárez, destacando que el 98% de feminicidios infantiles quedan impunes según REDIM.
Mientras el sistema judicial mexicano se pone a prueba, la familia subraya que no buscan venganza sino precedentes: “Que ningún niño sufra lo que Fátima”. El caso sigue simbolizando las grietas en protección a menores y la urgencia de protocolos efectivos contra la violencia de género.
Cuando el juez lea el fallo, México recordará que la justicia para Fátima es deuda pendiente con toda su infancia.
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