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- Sequía extrema comprometió Tratado de Aguas de 1944
- Gobierno podría ofrecer un calendario de entregas aceleradas
- Se trabaja en conjunto para llegar a un buen acuerdo: Claudia
Juan R. Hernández
Ciudad de México.- Para el académico Juan Daniel Garay, especialista en relaciones México-Estados Unidos de la UNAM, la solución al conflicto por el agua entre ambos países solo puede alcanzarse mediante un diálogo bilateral que involucre no solo a los gobiernos federales, sino también a los estados del norte de México y los sureños de EU.
En entrevista con Diario BASTA!, el experto recordó que este reclamo no es nuevo: “Desde la primera administración de Donald Trump con el presidente Andrés Manuel López Obrador ya se había planteado el tema, pero hoy resurge con fuerza debido a la sequía extrema y los retrasos en la entrega del líquido comprometido en el viejo Tratado de Aguas de 1944”.
México no se niega a cumplir con sus obligaciones, pero reconoce un retraso en la entrega del agua de los ríos binacionales, particularmente del Río Bravo.
Garay Saldaña destacó que AMLO ya había enfrentado esta presión durante el primer mandato de Trump, cuando el entonces presidente estadounidense amenazó con imponer aranceles si no se cumplían los compromisos.
“En aquel momento, la solución fue negociar plazos más flexibles y promesas de entregas aceleradas, evitando una escalada comercial. Sin embargo, ahora el problema se complica por la severa sequía que afecta a ambas naciones, lo que ha llevado a los agricultores mexicanos a resistirse a liberar más agua mientras sus cultivos sufren”, explicó.
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“México no ha dado el agua del tratado por la sequía. Se está en diálogo con Tamaulipas, Chihuahua y Coahuila para ver cuánta agua se puede entregar sin afectar a los productores”: @Claudiashein. pic.twitter.com/uuu0dgoiw3
— LA OCTAVA (@laoctavadigital) April 15, 2025
El académico subrayó que, a diferencia de otros conflictos comerciales que pueden resolverse mediante paneles arbitrales, este tema exige una negociación directa entre los presidentes, pues involucra intereses estatales y locales.
Los gobernadores de Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas han manifestado su preocupación por la sobreexplotación de sus mantos acuíferos, mientras que Texas y Nuevo México presionan para recibir el caudal pactado.
“Es un problema complejo porque aquí operan dos niveles de gobierno: el federal y el estatal. Además, la sequía limita la capacidad de ambos países para cumplir sin afectar a sus poblaciones”, detalló.
Ante este escenario, Garay Saldaña consideró que la solución pasaría por un acuerdo al más alto nivel, con compromisos realistas que consideren la crisis climática. Sugirió que, como en 2020, México podría ofrecer un calendario de entregas aceleradas a cambio de evitar represalias económicas.
No obstante, advirtió que Trump podría recurrir nuevamente a los aranceles como herramienta de presión si no ve avances.
“La diferencia ahora es que la sequía es más grave y reduce el margen de maniobra. Pero el antecedente de diálogo existe, y López Obrador ya demostró que puede negociar con Trump”, afirmó.
Sheinbaum desmiente entrega excesiva
En otro frente, la presidenta Claudia Sheinbaum desmintió este lunes que su gobierno esté cediendo más agua de la estipulada en el Tratado de 1944 a EU.
Aseguró que su administración mantiene diálogo con los gobernadores de Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua para establecer un acuerdo conjunto que permita determinar cuánta agua puede entregarse sin afectar a los productores nacionales.
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