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REDACCIÓN, GRUPO CANTÓN
Amecameca vive momentos críticos, pues apenas seis días, el municipio ha enfrentado una oleada de incendios forestales que no solo han devorado más de 30 hectáreas de bosque, sino que también han puesto en jaque la salud ambiental de la región y la seguridad de sus comunidades.
Diez siniestros registrados en menos de una semana, con zonas naturales protegidas entre las más afectadas, han encendido las alarmas de autoridades y habitantes por igual.
Los incendios se concentraron en puntos clave como Santiago, Chalma, San Pedro Nexapa, donde se presentaron tres focos distintos, Palapas, Zoyatzingo con dos eventos, así como en los parques nacionales Sacromonte y Alison.
Este último fue escenario de una emergencia particularmente grave, donde las llamas tardaron casi dos días en ser controladas, dejando un saldo de devastación vegetal y preocupación colectiva.
Aunque no se han registrado pérdidas humanas, el impacto ecológico es considerable. Autoridades municipales y cuerpos de Protección Civil advierten sobre el daño irreversible a la biodiversidad y la severa afectación en la calidad del aire ambiental.
Las partículas suspendidas y el humo que permanecen en el ambiente se han convertido en un riesgo para la salud de los pobladores, especialmente para niños y adultos mayores.
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