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El candidato de la oposición en la CDMX fortalece a Morena y sus aliados; su imposición genero el rompimiento del priista Adrián Rubalcava
VERENICE TÉLLEZ
En las elecciones intermedias de 2021, se observó un reacomodo en el mapa político de la CDMX, la oposición, en coalición, consiguió recuperar terreno en algunas alcaldías claves de la capital, en un escenario totalmente coyuntural e impredecible.
En esa época la CDMX quedó dividido en dos colores, pues en aquel momento, Morena y sus aliados lograron hacerse de siete alcaldías, mientras que la oposición conformada por la alianza Frente por la CDMX (PAN, PRI, PRD) se quedó con nueve demarcaciones.
Ante este escenario, los alcaldes de oposición impulsaron la Unión de Alcaldías en la Ciudad de México (UNA-CDMX), desde sus inicios lidereada por Santiago Taboada, quien ha sido señalado por formar parte del Cártel Inmobiliario en la alcaldía Benito Juárez, territorio donde ha sido diputado, funcionario y alcalde.
Cabe señalar que el Cártel Inmobiliario ha desarrollado una operación sistemática para otorgar permisos a construcciones irregulares que ha operado, bajo el amparo del poder político y que prevalece desde al menos la gestión de Mario Alberto Palacios Acosta (2009 – 2012). Donde han estado inmiscuidos personajes políticos cercanos a Jorge Romero, exalcalde y hoy diputado federal, que incluye a Taboada.
El candidato de la oposición al gobierno de la capital apenas libró las acusaciones para no ser procesado, el PAN- CDMX lo posicionó como uno de los principales aspirantes del Frente opositor para ser el candidato a la Jefatura de Gobierno, señalándolo como el preferido en las encuestas.
Tras la definición de las candidaturas entre los partidos que conforman el frente de oposición PAN, PRI, PRD y la designación del panista Santiago Taboada como candidato para la Ciudad de México, se hace pública también la definición del líder del PRI, “Alito” Moreno, quien argumentó “consenso unánime” del aspirante blanquiazul, dando por cerrada la campaña interna de la oposición en la CDMX.
En tanto el candidato del PRI, Adrián Ruvalcaba, abandona el tricolor, por la imposición del panista Santiago Taboada, que dejó de lado todos los procesos: no hubo campaña interna entre candidatos, ni encuestas.
El exalcalde priista de Cuajimalpa, quien había pedido que se informara del proceso interno por el que se seleccionó al precandidato, decidió abandonar el PRI en una decisión “irrevocable”; señaló que se puso en contacto por teléfono con Alito Moreno y se insultaron además que lo llamó traidor cuando no quiso aceptar la senaduría que le ofrecía.
Aunque los demás aspirantes de la contienda se inconformaron, los líderes de los tres partidos ya habían pactado el consenso en torno a Santiago.
El ex priista se refirió a “intenciones mezquinas y personales” que pueden dañar las posibilidades de gobernar en la ciudad, incluso, señaló ser el único candidato “que no tiene las manos sucias”, aludiendo al Cártel Inmobiliario del cual Taboada ha querido deslindarse a pesar de haber sido acusado por la Fiscalía del desvío de 10 millones de pesos, a partir de las confesiones de un empresario.
El exalcalde de Cuajimalpa, hoy se encuentra en las filas de Morena.
Por su parte la alcaldesa de Cuauhtémoc arremetió contra sus viejos aliados, quien decidió tomar distancia de la alianza integrada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Sandra Cuevas lanzó acusaciones contra varios dirigentes políticos de la oposición. Acusó a Jesús Zambrano, líder perredista, de haber sido “prepotente y majadero” y de reunirse con ella “borracho”.
La exalcaldesa reveló que sostuvo una reunión con Jorge Romero, una figura influyente del panismo en la capital, en la que le dijo que “no te quieren y no te podemos subir”.
Sobre Alejandro Moreno, el líder nacional del PRI, refirió: “No vende a su madre porque ya está muy grande”, indicó.
Cuevas quien había externado intenciones de contender por el Gobierno de la capital, se sumó a las filas de Movimiento Ciudadano.
El frente opositor no eligió a su candidato a la Jefatura de Gobierno mediante un proceso democrático interno. De acuerdo con los participantes y aspirantes a la gubernatura de la ciudad, fue un acuerdo entre las dirigencias, un acuerdo entre un cártel electoral.
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