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RICARDO SEVILLA
En teoría, los fideicomisos fueron creados para auxiliar a los gobiernos a desarrollar áreas estratégicas y prioritarias.
Sin embargo, en algún punto las cosas se torcieron y los fideicomisos fueron aprovechados para mantener espacios de opacidad y discrecionalidad en el uso de los recursos.
De hecho, cuando Andrés Manuel López Obrador llegó a la presidencia se topó con que, a nivel federal, había 374 fideicomisos públicos. Y no sólo eso. Se dio cuenta de que, a través de ellos, se manejaban enormes cantidades de dinero que provenían del presupuesto.
En 2018, por ejemplo, a esos fideicomisos se destinaron 835 mil 477 millones de pesos, lo cual representaba el 15.8 % de todo el presupuesto público de ese año.
Y, justo por eso, ayer, en la Conferencia Mañanera, el Presidente dijo que “Mucho dinero del presupuesto se utilizaba para tener buenas oficinas, en San Ángel, por ejemplo”. Y la referencia no fue casual ni fortuita. Y no lo fue porque, precisamente, el edificio sede del Consejo de la Judicatura Federal se encuentra ubicado en Insurgentes Sur 2417, en la colonia San Ángel, en la alcaldía Álvaro Obregón.
Y ahí, en el Consejo de la Judicatura Federal, es donde la burocracia dorada está librando una batalla contra en el poder Ejecutivo.
Se supone que, en teoría, el Consejo de la Judicatura Federal el órgano encargado de la administración, vigilancia, disciplina y de la carrera judicial del Poder Judicial de la Federación. Pero, en los hechos, no es así. Y no lo es, porque el Consejo de la Judicatura no ha velado por la autonomía de los órganos del Poder Judicial de la Federación ni por la independencia e imparcialidad de sus miembros. Al contrario: ha solapado la corrupción y la falta de equidad que, desde hace mucho tiempo, observan buena parte de sus integrantes.
Y aunque en los medios de comunicación de la derecha, donde las convicciones son frágiles y ceden ante el dinero, hayan cerrado filas con el Consejo de la Judicatura Federal, con la Suprema Corte de Justicia de la Nación y con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, lo cierto es que no han podido evitar que la pudrición y corrupción haya salido a la luz.
