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Ricardo Sevilla
“Detrás de la embestida de Ricardo Salinas Pliego contra los Libros de Texto Gratuitos de la SEP se esconde la defensa de un negocio particular”, nos dice una fuente que trabaja en Círculo Editorial Azteca.
Nos aseguran que el dueño de Elektra está peleando la batalla de su más reciente socio comercial: el grupo español Prisa.
“A Salinas Pliego no le interesa dar la batalla contra ningún comunismo. En primera, porque no entiende qué caramba es el comunismo. Y en segunda: porque jamás ha leído (ni leerá) la obra de Saint-Simon ni de Robert Owen, ni Charles Fourier ni de Karl Marx”, nos cuentan.
Nos refieren que la acometida de Salinas Pliego contra la SEP y, en particular contra la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), la estarían ordenando desde España. Y, en ese caso, se trata de una estrategia conjunta entre las compañías de Ricardo Salinas Pliego y el Grupo Prisa.
Y es que, hasta hace unos meses, Prisa, a través de la compañía Santillana Educación México S.A. de C.V., llevaba sexenios haciendo lucrativos negocios con diferentes gobiernos en México. De hecho, en el último año, Editorial Santillana le cobró al Gobierno federal 281 millones 900 mil pesos; y, de 2018 a 2022, fue la empresa que más cobró al gobierno por libros de secundaria que vendió a la SEP con montos que rebasaron los 626 millones de pesos.
¿Y qué tiene que ver Salinas Pliego en el asunto? Resulta que, apenas el mes pasado, Azteca Digital firmó una alianza comercial con As.com, un medio de comunicación deportivo perteneciente a Prisa. El convenio es para captar mayor publicidad. Y es que Salinas Pliego, catalogado como el tercer hombre más rico de México, está viendo cómo, poco a poco, se desmorona el imperio que construyó con la ayuda de los gobiernos neoliberales.
Así que la supuesta batalla de Salinas Pliego contra “los libros comunistas” es una gracejada que intenta disfrazar el verdadero meollo del asunto. Y ese asunto es que Prisa, el nuevo socio de Salinas Pliego, ya no podrá hacer negocios con este gobierno. Y si a los españoles les va mal en los negocios, por obvias razones, al misógino “tío Richie” también le irá como en feria.
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