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Periodismo Subjetivo | Mexicana de Aviación, una nueva victoria

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Jorge Gómez Naredo

Ayer, durante su conferencia de prensa matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que la nueva aerolínea estatal que comenzará operaciones en diciembre llevará el nombre de Mexicana de Aviación.

Para que esto pasara, el gobierno de México llegó a acuerdos con los trabajadores de la extinta Mexicana de Aviación, quienes llevan luchando por sus derechos laborales más de 10 años.

Hay que recordar que Mexicana de Aviación es la aerolínea más antigua de México, y la tercera más longeva de todo el mundo. Fue privatizada por Vicente Fox. Quien la adquirió, Gastón Azcárraga Andrade, mañosamente hizo que la compañía quebrara unos años después de comprarla, dejando a miles de trabajadores sin empleo. Así pues, desde 2010, Mexicana dejó de volar.

Hoy, con la compra que hizo el gobierno de México, Mexicana de Aviación volverá a tener operaciones. Quien se encargará de todo es la Secretaría de la Defensa Nacional, que tiene experiencia en las cuestiones de aeronáutica.

La inversión que hizo el gobierno de México para poseer una nueva aerolínea y que lleve el nombre de Mexicana de Aviación, hasta el momento, es de 4 mil millones de dólares. Y esto se hizo sin pedir un peso de deuda, con sólo los ahorros que ha hecho esta administración y con el combate a la corrupción.
La nueva Mexicana de Aviación tendrá su base de operaciones en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Ya genera en esta primera etapa 209 empleos directos y, al iniciará operaciones, se crearán 745.

El 30 de setiembre recibirá los primeros 4 aviones Boeing 737-800, y el 30 de octubre, otros 7. Con esta primera flota, tendrá operaciones en 20 ciudades del país, incluidas las de Guadalajara, Monterrey, Tijuana y Cancún.

Que el gobierno de México posea una aerolínea comercial, y que se llame Mexicana de Aviación, es en realidad un logro de Andrés Manuel López Obrador. Y es muy significativo, pues es una de las evidencias de que se acabaron las privatizaciones y que, el Estado que genera desarrollo y propicia la justicia entre los mexicanos, está de vuelta.

Son nuevos tiempos, sin lugar a duda.

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