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Samuel Cantón Zetina
Sin duda, Marcelo Ebrard está en la pelea real por la candidatura presidencial de MORENA.
No obstante, no puede uno dejar de preguntarse qué hará si las encuestas del 6 de septiembre no le favorecen, y una vez más se queda en el camino.
Y es que desde 2007, siendo regente de la Ciudad de México, y cuando aún no existía el partido guinda, externó su aspiración.
Más tarde, en 2011, fue precandidato de Los Chuchos todavía en el PRD, pero tiró la toalla al saber que contendería en encuestas contra López Obrador.
El paisano las ganó, y lo incluyó como propuesta para secretario de Gobernación.
Sin embargo, en 2012 triunfó EPN. Ebrard tiene 26 años deseando ser presidente.
De cara a una hipotética derrota, ¿quedaría en posición -a los 64 años de edad que cumplirá el 10 de octubre- de seguir esperando? ¿Continuaría en MORENA?
El joven protegido de Manuel Camacho Solís ha estado en varios intentos por consolidar un partido político, el primero de ellos -del Centro Democrático- con su propio mentor.
En 2000, Camacho y Ebrard fueron candidatos a la presidencia y al gobierno del DF por el PCD.
La “corcholata” de hoy declinó a favor de AMLO.
Diez años más tarde, al manifestar su interés de competir en el 2012 por el Ejecutivo federal, fundó como plataforma de precampaña el movimiento Vanguardia Progresista.
Podría anticiparse que de no ser el más votado, Ebrard (impulsando o no un nuevo proyecto) saldría de Regeneración Nacional.
En caso de que buscara otra trinchera, muy improbablemente sería alguna de oposición existente.
¿Un fracaso significaría para el ex responsable de la política exterior el fin de su carrera política?
La edad no sería la razón, porque si hasta hace una década se consideró a Ruiz Cortines un presidente “viejo” a sus 62 años, ya todo cambió.
Y DE MAÑANA…
POR SU régimen parlamentario, podría darse el inédito hecho de que España ratifique como presidente al socialista Pedro Sánchez, con todo y perder la elección…