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Abraham Mendieta
He tenido la fortuna de seguir muy de cerca los recorridos territoriales de las distintas corcholatas de Morena, y en particular, de Adán Augusto López Hernández.
De principio, me pareció un importante acierto simbólico y político, que iniciara su gira, precisamente, en los lugares en que más difícil lo ha tenido la Cuarta Transformación para asentarse, y en particular Morena para ganar elecciones.
Quién fuera el brazo operativo del Presidente Andrés Manuel López Obrador al mando de la poderosa secretaría de Gobernación, decidió comenzar en Jalisco, logrando la integración y coordinación de referentes, liderazgos y grupos políticos muy diferentes dentro de la propia 4T.
Además, continuó en otros estados tradicionalmente poco afines a Morena como Guanajuato, Aguascalientes o Querétaro, con eventos, recorridos y asambleas bastante nutridos, no solo en las capitales, sino también en ciudades pequeñas como Rincón de Romos o San Luís de La Paz, que evocaban a la gira que en diversas ocasiones encabezó López Obrador para ganarse la confianza de un pueblo que cuando encendía la tele, no escuchaba nada bueno de él, especialmente en la famosa Televisa, quien hoy también invisibiliza a Adán Augusto.
Otro acierto político que encuentro, es el ritmo con el que mantuvo toda su primera semana de recorridos: entre 3 y 4 asambleas al día, alternando los eventos
más grandes con encuentros más pequeños en las plazas de los pueblos.
Y sin duda, el contenido: era muy importante que los cuadros principales de la Cuarta Transformación estuvieran en territorio, explicando, no solo los grandes
logros del movimiento, si no también los pendientes evidentes, como la renovación de un poder judicial anquilosado que condenó a millones de mexicanos a la impunidad y a la injusticia.
El Presidente López Obrador ha librado batallas importantísimas que no necesariamente se ganan a la primera: las reformas en justicia electoral, los cambios en el poder judicial, la desprivatización de los sectores estratégicos… y son las corcholatas los sujetos políticos más adecuados para retomar estas luchas y sus consecuencias políticas y sociales.
Gane quién gane la encuesta de Morena, las tareas están claras: y Adán Augusto, Claudia, Marcelo, Gerardo y Ricardo las conocen.
