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Compañeros ahogados y robos de todo tipo es lo que han vivido decenas de migrantes que en mes y medio de travesía, no pierden la esperanza del sueño americano
Alier Blancas
Diversas caravanas migrantes han arribado a la CDMX, muchos de ellos a la Central de Autobuses del Norte, personas de Honduras, Ecuador, Perú, y Venezuela han relatado a Diario BASTA! la situación de precariedad, abandono, pobreza y violencia que han vivido en sus diversos países de origen, los cuales los han orillado a buscar el sueño de una vida mejor en la frontera de Estados Unidos.
Alberto Toscano, proveniente de Venezuela, y quien salió de su país junto con su esposa Rosa y su hijo de cinco años, expuso que la situación en Venezuela es deplorable, pues la mayoría de la población no tiene ni qué comer, “las personas de la zona centro de Venezuela disimulan su economía, pero en todo el país no hay qué comer, los salarios son muy bajos, un día la canasta básica está en 200 y luego en 400 bolívares” expuso. Toscano afirmó que con 20 dólares diarios no alcanza más que para frijoles, sopa y plátano.
Por otro lado, Toscano, quien dijo ser pintor automotriz, señaló que, para llegar a la CDMX, tuvieron que atravesar la selva entre Colombia y Panamá, en ocho días, donde vieron morir gente de hambre, por enfermedad o porque simplemente ya no podían continuar.
“Al llegar a Guatemala vivimos la peor experiencia, literalmente cada 5 minutos los policías nos pedían dinero para poder continuar y no ser deportados”.
Para Joselín Guerrero, de 26 años, proveniente de Perú y madre de un menor de seis años, al atravesar la selva, no sólo vio gente morir, sino gente ser violada y niños a punto de ahogarse en el río, “mi hijo también casi se ahoga, caminas y caminas, dicen que ya casi llegas al final, peor no le ves fin, piensas que no vas a salir. Tuvimos que ir rodeando muchas zonas solamente para que no nos quitaran nuestro dinero”, afirmó.
