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Por Mouris Salloum George
@vocesperiodista
PROBLEMA INTERNACIONAL
Echemos un vistazo más de cerca a la escena internacional. Como si la tierra y el
cielo se le cayeran al zar y nosotros como
muchas naciones inmersas en la miseria–
estamos con un solo pie frente al Banco
Mundial, mendigando migajas del Fondo
Monetario Internacional, y viendo las tropas de Moscú sitiando la ciudad de Kiev;
tomando en consideración la invasión de
Afganistán por Leonid Ilich Brézhnev, que
llevó a la desintegración de la Union Soviética, por lo tanto la invasión de Ucrania por
Vladamir Putin debe conducir a la desintegración de la Federación Rusa. Luego, así
como el Führer cayó a las puertas de Moscú, el Zar caerá a las puertas de Kiev. Lo
que transmiten las pantallas y lo que ven
los analistas políticos que se reproducen
como conejos y muchas veces con cerebros
de conejos, indican que los ejércitos Rusos
están siendo destruidos por la resistencia
ucraniana.
Desde el principio, los rusos han estado
librando la guerra, no sólo para proteger su
seguridad estratégica, sino también para
proteger su existencia, siempre que el plan
de Estados Unidos, prevé erigir misiles con
cabezas nucleares a tiro de piedra de Moscù, tengamos en cuenta que la derrota de
Rusia está prohibida e incluso considerada
imposible; los Norteamericanos son conscientes de ello, al igual de cómo piensa Vladimir Putin, que debe haber tomado con
sarcasmo las apuestas de algunos en Washington sobre un golpe militar en Rusia
que traerá consigo una personalidad como
Borís Nikoláyevich Yeltsin, que rodaba por
los pasillos del Kremlin como un barril de
vodka. Aquí el juego de los imperios no el
juego de las tribus; la casa blanca no puede pensar en derrotar a los Rusos porque
se da cuenta de que tal pensamiento conducirá inevitablemente a la tercera guerra
mundial.
La economía global, especialmente la
economía Europea, se enfrenta a posibilidades estructurales delicadas. Joseph
Stiglitz, el premio nobel de economía que
predijo la crisis de 2008, aseguró el costo
de la guerra en Afganistán e Irak, el cual
se acercaba a los 3 billones de dólares; él le
da el siguiente consejo a Joe Biden: “Salvemos a Estados Unidos que está hundido
hasta las orejas en la crisis, y deja el rescate
de Europa a los Europeos”.