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abril 30, 2024

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CDMX, en camino a quedarse sin agua para 2060

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En la actualidad, se extraen del subsuelo 40 mil litros por segundo en la Ciudad de México

Redacción Grupo Cantón

En caso de no hacer cambios drásticos en materia del agua subterránea la Ciudad de México y zona condenada, donde habitantes unos 20 millones de mexicanos, la urbe se encamina a una catástrofe silenciosa al quedarse sin agua en menos de 40 años, la cual no es visible como cuando el nivel de las presas disminuye, un río está contaminado o un manantial se seca, afirma Manuel Perló Cohen, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

México tiene definidos 653 acuíferos y 38.7 por ciento de este recurso utilizado en el país proviene de esas fuentes; de estos, 105 están sobreexplotados, es decir, la extracción excede a la recarga, en varios de ellos en más de 100%.

Por ejemplo, en el Valle de México, el denominado Texcoco, presenta esta situación en 800 por ciento, alerta el investigador.

La mayoría está donde llueve menos, del centro al norte del territorio, en entidades como Querétaro, San Luis Potosí, Durango, Zacatecas, Coahuila, Nuevo León, la costa del Pacífico Norte y en la Península de Baja California.

En esta región del territorio nacional, agrega, extraemos del subsuelo 40 mil litros por segundo, lo que significa dos terceras partes del total que se consume en el área metropolitana de la Ciudad de México. Otra cantidad importante la traen del sistema Cutzamala (aproximadamente 15 mil litros por segundo) y una más del acuífero Toluca-Lerma.

Para abastecer a la capital del país, se sobreexplotan los mantos acuíferos de la propia geografía y de los vecinos (Estado de México e Hidalgo), algunos a 100 kilómetros de distancia, refirió el coordinador del libro El estudio del agua en México. Nuevas perspectivas teórico-metodológicas (IIS, UNAM, 2019). Al ritmo de extracción actual, se calcula que en la Ciudad de México quedaría agua para menos de 40 años.
Perló Cohen recalca que bajo nuestros pies se encuentra una riqueza que es mayor a la del petróleo: tenemos acuíferos extraordinarios, generosos, que han servido a toda la nación, en especial a aquellas zonas donde llueve poco, donde no hay líquido disponible en fuentes superficiales.

Enfatizó que debemos hacer conciencia de que ahí tenemos un tesoro, el más importante en términos de recursos naturales. Nada se puede comparar con lo que representa el agua y las carencias que significaría no tenerla. Imaginemos lo que sería carecer de ella tan sólo un día, advierte el experto universitario.

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, 60.8 por ciento del vital líquido con uso consuntivo (es decir, agrícola, abastecimiento público, industria autoabastecida y termoeléctricas) provenía, en el año 2018, de fuentes superficiales (ríos, arroyos, lagos y presas), y el resto de aguas subterráneas.

Su mayor consumo es agrícola, 75.7 por ciento, y su origen predominante es la superficial, con 63.4 por ciento. En cambio, el suministro público, que incluye la totalidad de la entregada a través de redes de agua potable, tanto a usuarios domésticos como a las industrias y de servicios, tiene como fundamento preponderante al agua subterránea, con 56.7 por ciento del volumen.

La sobreexplotación de acuíferos genera problemas serios porque las reservas de agua se agotan: “cada vez tenemos que bombear el recurso de profundidades mayores, con el consiguiente aumento de costos; y cuando los pozos se agotan hay que sustituirlos, construir nuevos”.

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