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Diego Cedillo
En el número 194 de la calle Chihuahua, en la colonia Roma, se puede apreciar una casa donde la escultora inglesa, Leonora Carrington, vivió por más de 40 años. Hoy restaurada por la Universidad Autónoma Metropolitana, a cargo del rector Eduardo Abel Peñalosa. Quizás más de una y un funcionario debería visitar el nuevo museo donde la familia Weisz Carrington habitaba, y aprovechar el centro de estudio (autoría de la directora académica, Alejandra Osorio) que ahí pusieron para realizar nuevas investigaciones. Un tema de análisis podría ser cómo la artista Leonora Carrington, padeció con los amigos de
su hermano cuando le decían: “las niñas no pueden hacer –algunas– cosas, por no ser lo suficientemente buenas”. Dicha premisa debería estudiarla la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, más que nada
por el reciente retroceso de nueve lugares de México en el Índice Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial este 2021, ya que en el país sólo un 49 por ciento de las mujeres tienen participación en el mercado laboral. Siendo menor en comparación con otros países como Brasil, Chile o Argentina. Esperemos que en este “puente”, la abogada Alcalde Luján pueda estudiar al respecto, para hacer frente a esta trinchera.
Con la reciente polémica en la renovación de los libros de texto por parte del director general de Materiales Educativos, Marx Arriaga, en atención a no pagarle a los diseñadores, con la excusa de ahorrar recursos y quedar bien con su jefa, la secretaria de Educación, Delfina Gómez. Habrá que recomendarle a Arriaga Navarro que, en lugar de estar sugiriendo lecturas a las mujeres para su emancipación, recomiende a los artistas visuales la obra de Carrington donde aduce: “Me gustaría ser un elefante, pero salvaje, no dejarme de nadie”, para que le recuerden don Marx, que la profesora Gómez Álvarez, tiene gran vocación y corazón, pero así como lo designo, él puede ser parte de los recortes venideros.
POST-IT. Ante el alza de feminicidios en México; la secretaria de Seguridad, Rosa Ícela Rodríguez tendrá que mostrar de qué está hecha. Queda claro su reputación la preside, ¿podrá tener los mismos resultados que tuvo desde la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, desde el Gobierno de la CDMX? Como quien dice: alea iacta est (la suerte está echada).