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México

Estafaron a un anciana antes de ser capturados

Fueron capturados cuando pretendían salir del estado de Yucatán. Los tres estafadores son de origen colombiano.
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MÉRID, Yucatán.– Cuando los desconocidos se acercaron a la anciana, ésta por instinto apretó su bolsa de mano a su cuerpo. La señora de años se había presentado temprano para acudir a una sucursal bancaria, al poniente de la ciudad, de donde retiró  57 mil pesos.

Los desconocidos con una sonrisa cruzada en la cara se presentaron con la anciana. Primero habló el mayor, parecía un señor decente con su cabello canoso: Víctor Manuel. El hombre de años explicó a la anciana lo que necesitaban de ella.

El otro hombre que acompañaba a Víctor Manuel, de nombre Sergio Salomón, acababa de ganar el premio Melate, con una bolsa de  millones de pesos. Pero necesitaban que alguien firmara de testigo en un documento que le mostraron a la señora.

Los dos hombres estaban acompañados de una tercera persona, una mujer con una blusa verde a rayas y una falda larga toda floreada, de nombre Mariluz, y de 50 años de edad. Fue ella la que intervino para convencer a la anciana.

—Si firma, le daremos a cambio un millón de pesos. Pero usted sólo debe darnos 57 mil pesos.

Como los tres vieron que la anciana no estaba nada convencida de la propuesta, el hombre de mayor edad, Víctor Manuel sacó un sobre abultado. Lo abrió, y en su interior relucieron billetes de doscientos y quinientos pesos.

—Aquí tenemos el millón, sólo firme e intercambiamos la plata.

La señora sintió que su corazón latía con más fuerza que de costumbre. Volvió a mirar el folder con los billetes dentro.

—Está bien. ¿Dónde firmo?

ERAN PUROS PAPELITOS

Cuando terminó de firmar, los tres desconocidos dijeron que iban al banco a cobrar el dinero, y se despidieron de la anciana.

En vez de entrar a la sucursal bancaria, siguieron de largo en la banqueta hasta llegar a un auto blanco marca Kia de línea deportiva.

Víctor Manuel, Sergio Salomón y Mariluz se subieron a la unidad y pusieron en marcha el motor. No voltearon atrás. Si lo hubieran hecho, habrían visto la cara de sorpresa de la anciana al ver que en el sobre amarillo, debajo de unos cuantos billetes de 200 y 500, había puros recortes de periódico. Papeles sin valor.

—¡Ay, Dios, ay Dios —dijo la anciana a punto de desmayarse. Se agarró a un poste y respiró profundo. Sin pensarlo dos veces caminó hacia el banco. Afuera estaba una patrulla. Al contar su infortunio, los patrulleros de inmediato emitieron la alerta.

QUEDAN DETENIDOS ESTÁN EN MÉRIDA

A través de las cámaras de vigilancia y gracias a la descripción que la anciana dio, se pudo ubicar el auto blanco. Los tripulantes ya habían salido de las calles de la llamada Ciudad Blanca y habían tomado la carretera federal con destino a Quintana Roo.

El mando de la Fiscalía General del Estado de Yucatán implementó rápidamente un operativo para detener a los pájaros de cuentas sin que sospecharan.

Levantaron un retén y pusieron conos en medio de la carretera para que pareciera una revisión de rutina a ambos lados de las vías.

El Kaia color blanco esperó su turno en la revisión. Sus ocupantes parecían despreocupados. Cuando les tocó el turno, como lo habían hecho con los vehículos anterior, revisaron el interior y pidieron a sus ocupantes que se identificaran.

El mayor Víctor Manuel explicó que eran de origen colombiano, y que habían venido a la ciudad de Mérida como turistas, y que ahora volvían a Cancún para tomar un vuelo de regreso a su tierra.

El agente revisó sus pasaportes, los miró a cada uno a la cara mientras leí sus nombre en el documento. Finalmente les dijo: «Están en Mérida. Quedan detenidos como sospechosos de robo a una anciana de 73 años.» Los inculpados pasarán más tiempo del pensado lejos de su tierra.

 

 

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