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Ciudad de México.– “A los empresarios que llevan a cabo acciones de apoyo a la actividad productiva y forestal, de protección al medio ambiente, mi reconocimiento”, manifestó el Presidente, quien habló sobre la importancia de éstos, pues es fundamental para el desarrollo de México.
Agregó que su trabajo tiene una dimensión cívica y social, con el sólo hecho de invertir, producir, crear empleos, pagar bien a sus trabajadores y cumplir con su deber fiscal, su aportación al desarrollo es fundamental.
El mandatario reconoció que ante este panorama muchos Y debe ser un timbre de orgullo, no debe de haber problema de conciencia. Si se está invirtiendo, se corren riesgos, se está consiguiendo para pagar la nómina, se mantienen familias, se produce, ya eso, y además se contribuye, se pagan los impuestos, es más que suficiente.
Asimismo, se refirió a los “vivales”, que en el sentido estricto no son empresarios, pues éstos sólo se dedican al tráfico de influencias. “No son empresarios, son traficantes de influencias”, remató
Finalmente, expresó que en las administraciones “había vivillos”, porque lo permitían las circunstancias, que aprovechaban para sacar un contrato, vender alimentos en los reclusorios: “obtenían el contrato -bueno, no sabe de alimentos, ni siquiera, nunca ha hecho unos huevos estrellados, ni sabe cómo es la planta de frijol, ni cómo es una milpa ni cómo se hace el aceite, nada, no sabe nada, lo que tiene es nada más la influencia”.
