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NO ES QUE LA OPOSICIÓN FUERA AMENAZA A LA GOBERNABILIDAD…
… del país, pero antes del primer Grito de AMLO, el PAN y el PRI albergaban la esperanza que, después de casi un año de gobierno, el Presidente ya padeciera un importante desgaste popular. Para ellos, esto era así porque ya la gente “sufría” por una supuesta crisis financiera, supuestos desabastos de medicinas y mil cosas más que, según su visión, tenían a la gente muy “enojada” con su Presidente por el hecho que fuera un “amateur” en el gobierno, sin comparación a los “profesionales” de anteriores administraciones, egresados de las mejores universidades del mundo y, claro, todos bilingües. Así, la oposición, en especial el calderonismo pretendió “calentar” el Grito movilizando a un grupo pagado de policías federales y, unas horas antes de la celebración, el propio Capitán Borolas adelantaba que las arengas de AMLO serían politizadas, electoreras y de golpeteo. Pero el mundo se les vino abajo.
Contrario a lo que todos ellos pensaban y juraban era la “verdad”, o sea una creciente “molestia ciudadana”, en cadena nacional se dieron cuenta que la gente no solo está feliz, feliz, feliz con su presidente, sino que está dispuesta a acompañarlo hasta el final y más allá del final. Que las expresiones de apoyos de AMLO en las redes no son bots pagados por el gobierno, sino auténticas muestras de apoyo popular, amplio, real, verdadero, de millones de mexicanos y también, ojo, latinoamericanos, que consideran que AMLO verdaderamente está revolucionando este país. Por otro lado, también les cayó como balde de agua fría que ellos, como feroces pero injustos críticos de AMLO, son severamente repudiados, que ya no queda nada de su “respetabilidad” con la que se sintieron superiores durante muchas décadas.
Ante tal golpazo de realidad, férreos críticos como los Krauze empezaron a dar vuelta en U en sus reflexiones vacías sobre AMLO, reconociendo que su Grito unió a millones de mexicanos. Por su parte, el Presidente correspondió a la acción.
