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Ciudad de México.– La primera buena nueva en 2018 para la nación negro y oro fue el regreso como entrenador en jefe de Jon Gruden, después de 17 años, más allá de la mala temporada que entregó, con apenas cuatro victorias, y algunas decisiones erróneas desde la estrategia.
Pero las sensaciones positivas, dejando de lado la salida de Khalil Mack (hace dos años), que sigue doliendo mucho, son algunas contrataciones que podrían aumentar el nivel y la posibilidad de éxito de la escuadra que en algunos años se mudará a Las Vegas, Nevada.
De entrada, con la adquisición del receptor abierto Antonio Brown, para muchos el mejor de la Liga, todos se frotan las manos y se relamen los bigotes.
Brown dejó de lado el tema de su casco, se puso a trabajar y estará a disposición del tipo en los controles, en este caso Derek Carr, de quien la organización espera se pueda mantener sano todo el ciclo.
Los Malosos sin duda se perfilan como uno de los equipos mejor reforzados durante la pausa, pues además se hicieron de los servicios del tacle ofensivo Tren Brown, el safety Lamarcus Joyner y el linebacker Vontaze Burfict.
En el Oeste de la Conferencia Americana (AFC) los pronósticos parecen fáciles, pues Kansas City Chiefs se perfila para ganar el circuito de calle, y entonces la batalla de Raiders podría ser con los Los Ángeles Chargers, o buscar un boleto como Comodín, sólo a partir de un récord positivo.
Si dan la sorpresa será grandioso para su fanaticada, aunque podrían pasar dos o tres años para que esta escuadra regale glorias y festejos.