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Aquella calle era imposible de transitar, decenas de medios de comunicación esperaban la llegada del cuerpo de Edith González y los carros no podían pasar en la esquina de Antonio Caso y Manuel Altamirano.
Por fin llegó la carroza, algunas personas tuvieron que pedirnos a los medios abrir camino para que ingresara al estacionamiento y así sucedió.
Justo después de la carroza llegó una camioneta de color oscuro en cuyo interior se encontraba Lorenzo Lazo, del lado del copiloto. Los reporteros le insistimos que bajara el vidrio para una pequeña entrevista, pero no lo logramos.
Al igual que la carroza, la camioneta quiso entrar de reversa al estacionamiento, pero el chófer no calculó bien la distancia y se impacto contra la pared, ocasionando un estruendoso ruido; de inmediato hizo una maniobra muy rápido, se hizo para adelante, luego para atrás, quemó llanta y logró meterse al lugar, ocasionando que algunos camarógrafos se empujarán y cayeran.
Pasada la situación, algunos fotógrafos y reporteros se quejaron de haber estado en peligro, incluso, uno de ellos, dijo que la llanta de la camioneta pasó arriba de sus pies.
Después de esta revuelta, todos ingresaron al Teatro Jorge Negrete para presenciar el homenaje que la A.N.D.A. preparó para la fallecida actriz Edith González.
