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Pablo Cruz Alfaro
Al interior del Instituto Hacendario del Estado de México (IHAEM), las irregularidades continúan y todo indica que los compromisos que existen con su titular, Reyna María del Carmen Ávila Vázquez, la han hecho inamovible, por no decir ininvestigable.
Los tropiezos, durante ésta su segunda estadía en el IHAEM, son innumerables, la corrupción al interior ha permeado los lugares más recónditos del instituto, los cambios en posiciones clave se han dado con la única intención de hacer evidente que se “atacó el problema o algo se hizo”, pero el mal de fondo continúa.
Al día de hoy, no se ha informado cuál fue el resultado de la investigación que se abrió cuando se dijo que el sistema informático había sido hackeado y qué medidas se tomaron. No hay que olvidar que la primera información que obtuvimos del caso, fue que el sistema fue intervenido desde un domicilio en Tlalnepantla, pero nunca se mencionó que el programa al que se tuvo acceso, fue el del examen que se aplicaba para que funcionarios que aspiraban a ejercer un puesto de alta responsabilidad en los ayuntamientos pudieran obtener la certificación que otorga el IHAEM.
Lo que quiere decir, es que, uno o varios funcionarios que ejercen en el Valle de México, no están capacitados para ejercer el cargo y se valieron de triquiñuelas para sortear el requisito, obtener su certificación y ejercer un cargo sin estar capacitado.
Habría que preguntarle a Ávila Vázquez, ¿Se investigó a detalle el asunto?, ¿Cuáles fueron los resultados?, ¿Qué papel juega Julia Galindo, extesorera de Tlalnepantla, al interior del IHAEM y cuáles son sus alcances?, ¿La farándula influye en las decisiones del Instituto? AUN HAY MAS.