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El Atleta
David E. León Romero
@DavidLeonRomero
El reto que en materia ambiental enfrenta nuestro país es enorme. Salvaguardar la biodiversidad que habita en el territorio mexicano debe ser una prioridad de autoridades y ciudadanos. Uno de los fenómenos que recientemente ha demostrado la fragilidad de los ecosistemas, es la muerte repentina de Manatíes registrada en distintos cuerpos de agua del estado de Tabasco.
La modificación, contaminación y pérdida de su hábitat los amenaza. Desde 1991 el gobierno mexicano ha dado protección a esta especie que se encuentra en riesgo de extinción. A pesar de los diversos esfuerzos realizados, en los últimos 90 días cerca de 30 ejemplares han sido hallados sin vida. Las causas de sus muertes aún no han sido determinadas por las autoridades, que a través de un grupo interinstitucional de especialistas se encuentran en proceso de investigarlas. Después de una primera serie de análisis, los especialistas han descartado que la causa obedezca a la presencia de toxicidad aguda en el agua.
A raíz de estos lamentables hallazgos, se ha emprendido una cruzada de salvamento de Manatíes en la región, que consiste en ubicar y trasladar a los ejemplares vivos a la estación de Tres Brazos, ubicada en la Reserva de la Biósfera de los Pantanos de Centla (la zona de humedales más grande de Norteamérica y entre las 15 más extensas del continente americano), en el propio Tabasco, para evitar que corran con la misma suerte que los que han muerto.
Si bien la causa concreta del hecho no es clara, es evidente el deterioro ambiental que día con día provocamos. La falta de tratamiento de las aguas residuales y su descarga a los terrenos y cuerpos de agua, la deficiencia en la gestión de los residuos sólidos, la utilización de pesticidas, y la contaminación del agua, la tierra y el aire por substancias químicas derivadas de procesos productivos, son solo algunos de los componentes que caracterizan un coctel de contaminantes al que difícilmente cualquier especie de flora y fauna puede sobrevivir.
Investigar las causas es importante, pero a su vez resulta urgente iniciar una cruzada por la protección de los ecosistemas, aplicando estrictamente el marco jurídico ambiental con el que contamos. Hoy son los Manatíes de nuestro bellísimo Tabasco, mañana puede ser cualquier otra especie de México.