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Una trama que plantea una de las situaciones más deseadas por la humanidad, si estuvieran frente a Dios, ¿qué le preguntarían?
Así empieza desde un inicio esta película, que nos cuenta la historia de un periodista (Brenton Thwaites) que regresa a casa después de cubrir el día a día en la guerra de Afganistán, pero de repente un encuentro casual, le brinda la historia de su vida: una entrevista con un hombre misterioso que afirma ser Dios.
La entrevista se divide en 3 actos, el primero, cuando se encuentran en un parque y comparten un juego de ajedrez, la segunda en un teatro y la última en un hospital. Cada reunión está marcada por diferentes circunstancias y temáticas, pues desde el primer momento en el que se encuentran, el personaje de … ya no será nunca el mismo, y conforme platica y comparte conocimientos y opiniones con el supuesto ser que aclama ser Dios, su mentalidad y su forma de ver la vida empieza a cambiar, convirtiéndose en un mar de dudas, conflictos e incertidumbre, a la par de que podemos presenciar como su matrimonio se desmorona, pues la distancia y la falta de comunicación le han jugado en contra.
De entrada podemos percibir que la cinta es claramente un tríptico para creer en Dios, para encontrar la salvación, para mirar dentro de nosotros y fortalecer nuestra fe, así podemos describir Una entrevista con Dios, pues su mensaje es esencial y prudente en una actualidad en la que los valores, la moral y la falta de creencias nos han orillado como sociedad a un decadente futuro, destinados a la perdición (si no actuamos ahora, ¿cuándo?), y aunque sea de manera simple, siempre serán bienvenidas las historias que nos ayudan a la reflexión, a examinarnos de forma personal y determinar en qué punto estamos parados, el mensaje de que el cambio está en nosotros, y estamos a tiempo de mejorar las cosas, está excelente.
Lo malo de la cinta es que utiliza un guion tedioso y aburrido, con diálogos forzados y previsibles, utilizando más a un psicólogo que a una figura de salvador, además de que la historia del matrimonio es simplemente tediosa, con un mal manejo de situaciones y emociones humanas, solo colocaron una problemática que no supieron desarrollar. El mal manejo de edición y ritmo le juega en su contra, y aunque la cinta tiene una duración corta (97 min), lo único que deseas es ya saltar al final para ver el mensaje de Dios, pues todo lo que sucede en el inter podría ser omitido sin problema alguno. Punto en contra a las actuaciones, que por momentos parecen fuera de papel y se nota la falsedad en lo que interpretan.
Calificación: Regular
