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Ciudad de México.- Hace un par de años, cuando la charla giraba en torno a las aspiraciones y metas, a lo que venía para una carrera ya de por sí reconocida, las respuestas, todas, llevaban ese dejo de seguridad de que eran cosas grandes.
Y es que Gaby López, quien se destacó como uno de los personajes de 2018, la mejor en el ramo deportivo, hablando del Golf, mantiene en entrevista con Grupo Cantón, en las horas previas al Año Nuevo, aquella pinta que sólo pueden contagiar quienes nacieron para estar en el nicho de los ganadores.
“Claramente los objetivos y las metas van cambiando año con año, pero siempre teniendo muy alta la vara para alcanzar los siguientes sueños, y bueno, 2018 fue uno en el que tuve muchos altibajos, porque al principio de la temporada tuve una lesión, desgraciadamente me desgarré un disco que me dejó seis semanas fuera de competencia, entonces el inicio del año fue un poco difícil, pero con la ayuda de todo mi equipo de trabajo, de mi familia, pudimos cerrarlo bien”.
Se sincera la capitalina, pues acepta que el preámbulo a ganar su torneo más importante, el Blue Bay LPGA China, fue en sí la prueba en la que ella misma se pudo.
Algunos tópicos que cada quien podría ocupar para brindarse esa serenidad, cuando hay que estar alejado de las pasiones personales, a su manera se los tuvo que plantear Gaby, y los resultados hoy son tangibles.
“La palabra tranquilidad lo es todo, pero cómo hacerle, es una receta de cada quien, muchas jugadoras, muchos deportistas y atletas profesionales requieren de meditación, o de yoga, de diferentes prácticas para tranquilizar la mente, yo hago un poquito de todo, y más que nada estar bien conmigo misma, sabiendo que estoy dando el 100% todos los días, y no me tengo nada que reprochar, más que cuando no me lo doy”.
La recompensa, el regalarse una victoria tan añorada, recuerda López que fue parte de un todo, pues el cúmulo de emociones y retos además era como un vitamínico en su andar en los distintos campos del mundo.
“El torneo en China fue una semana increíble, en donde, no fue tanto ganarle a la número uno o a la dos del mundo, sino que fue más que nada ganarle a Gaby López, ganarle a mis dudas, a esos miedos, a tantas cuestiones que cualquier atleta se puede poner a dudar, y superar esa barrera y esos obstáculos, mentalmente y emocionalmente, pues fue la victoria que pude consolidar más grande durante esos días”. El sabor, tras derribar las sensacio – nes contrastantes con que tiene que lidiar una deportista élite, fue por su puesto uno igual entremezclado en emociones.
“Sabe a muchas horas de trabajo, fue quitarme muchas horas de encima, en el sentido de que me exijo mucho, soy una persona que todo el tiempo estoy buscando la manera de mejorar y de crecer, y finalmente sabes que todas las piezas embonan en una sola.
“El sacar eso adelante fue importante, sabe a mucha gloria, pero es sólo una de las muchas cosas que quiero hacer. Fue una bonita experiencia, pero aquí no acaba, apenas estamos aprendiendo a conocerme estando bajo presión, para seguir adelante con más buenos torneos”.
