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Ciudad de México.– En la pasada entrega del Premio Nacional del Deporte (PND) una escena llamó la atención de los presentes, la cara de asombro del ahora expresidente de la República, Enrique Peña Nieto, al charlar en corto con José de Jesús Castillo, ganador del reconocimiento en la categoría de deporte paralímpico.
Mientras Peña Nieto y Castillo charlaban, las imágenes de triunfo del halterista se mostraban en un monitor gigante.
En charla con Grupo Cantón, el atleta revela qué fue lo que le dijo el anterior mandatario, que provocó su rostro estupefacto.
“Cuando salió la imagen me preguntó que cuánto peso era el que alzaba, es que hay una confusión, mucha gente se confunde en las categorías, en nuestra disciplina se maneja por peso corporal, yo estoy en la categoría de hasta 107 kilogramos, esa es mi categoría, es como en el boxeo, hay Pesos Minimosca, Pluma, etcétera.
“Pero realmente los pesos que manejamos son arriba de 200, y lo que se veía eran 240, por eso se quedó sorprendido cuando le comenté”.
Ya con su condecoración en mano, José de Jesús se dice feliz, pues es un logro que en nuestro país no cualquiera puede obtener.
“Muy contento, la verdad muy feliz y disfrutándolo al máximo, al 100 por ciento y contento por la vida, porque me ha premiado por todo el esfuerzo que he tenido en estos 18 años que tengo de carrera deportiva, y que me vengan a premiar con el máximo galardón que te da tu país como deportista, pues me hace sentir emocionado y lo disfruto”.
DIFERENCIAS
Más allá de que el PND premia lo hecho en el año anterior, para Castillo Castillo es un reconocimiento a su trayectoria.
“Sí, sin duda alguna, el Premio Nacional del Deporte no se gana todos los días, no es fácil, porque en el país, tanto en el deporte convencional, como en el paralímpico, hay mucha calidad, hay muchos deportistas muy buenos, y ganarlo es muy difícil y una vez que lo ganas, pues imagínate que gran satisfacción para mí”.
Y es que para el nacido en Zapopan, Jalisco, el talento no distingue deportistas convencionales o paralímpicos, pero sí hay una diferencia que provoca que los segundos, como él, den más resultados en certámenes de talla internacional.
“La verdad es que yo creo que esto va más allá de lo que haces como deportista, muchos de los paralímpicos se convierten en guerreros no solamente en el deporte, sino en la vida misma, entonces todo eso les da agallas, les da fuerzas para salir adelante y para enfrentar lo que venga, tan es así que en lo deportivo traemos buenos resultados”.
El jalisciense debe su capacidad diferente a la falta de la vacuna contra la poliomielitis, por lo que desde los dos años ha tenido que convertirse en ese guerrero para salir adelante.
En el año 2000, cuando tenía 17 comenzó la práctica del deporte, Para Powerlifting, que hoy lo tiene como uno de los máximos ganadores de preseas en México.
Sólo pasó un año para que el pesista ganara su primera presea a nivel nacional; mientras que su debut en pódium internacional se dio en 2005 en el Mundial de la especialidad realizado en Brasil.
VA POR TODO
Acostumbrado a los grandes retos, y después de ganar bronce en los pasados Juegos Paralímpicos en Río de Janeiro 2016, Castillo ya piensa en Tokio 2020, aunque primero hay que conseguir el boleto.
“Ahorita el reto para nosotros, mi entrenadora, Mayra Pérez, y para mí, se llama Tokio y tenemos que ir a ganarlo, sea como sea tenemos que ir ganarlo.
“La clasificación se da conforme al ciclo, comenzó a partir del Mundial en diciembre pasado aquí en la Ciudad de México, ahí comienza el proceso clasificatorio, tenemos que pasar por más filtros, como son Juegos Parapanamericanos, que es tu regional, y tenemos que pasar por otro Mundial obligatorio que va a ser el próximo año en Kazajistán, tenemos que ir a competir para rankearte en un buen lugar y así tener el pase directo a Tokio 2020”, señala el atleta de 34 años, quien ya tiene pensado el color del metal que desea ganar en tierras niponas.
“Lo tengo muy claro, lo que tenemos en la mente es Tokio, es ganar, lo tenemos muy claro y la verdad vamos a estar peleando, yo tengo la mente en amarillo y quiero esa medalla (oro), no sé cómo le voy a hacer, pero definitivamente espero que así sea y esperemos cosas buenas”.
