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CIUDAD DE MÉXICO.- Esta es la sexta semana del juicio de Joaquín Guzmán Loera en la Corte Federal de Brooklyn en Nueva York en el que ya han testificado más de una docena de personas, por primera vez asistieron al proceso judicial de su padre, las niñas Emalí y María Joaquina, lo que terminó impactando a El Chapo y hasta al jurado. Las niñas, además de los abogados de Guzmán, son las únicas autorizadas para visitarlo en la prisión federal.
El narcotraficante mexicano las saludó efusivamente, les mandó besos y aplaudió desde la zona donde se sienta como parte de la estrategia preparada por los abogados de Guzmán para mostrar el lado humano de su cliente.
En medio de una audiencia diferente, los testigos, miembros de la policía nacional colombiana que testificaban sobre incautaciones, pasaron a un segundo plano y pocos les prestaron atención.
Las gemelas Emalí y María Joaquina, de 7 años, llegaron vestidas con jeans, abrigos blancos y un lazo negro con brillantes en el cabello. Iban en compañía de su madre, Emma Coronel, quien casi a diario ha acudido sola al juicio contra su marido.
Las niñas habían estado algunas veces en las audiencias celebradas en la corte antes del juicio para conocer detalles sobre el jurado, pero nunca habían entrado en la sala desde que el proceso judicial inició hace más de seis semanas.
